Este viernes se ha estrenado 'El Cid', una serie que, antes incluso de su estreno, ya recibía críticas por parte de algunos sectores políticos de nuestro país. Ahora bien ¿Cuánto hay de mito y cuanto de historia en el Cid?
Hoy hace justo 60 años que la fundación Juan March donó el Cantar del Mio Cid al Estado Español, desde entonces dicho texto se protege en la Biblioteca Nacional y es en este documento donde comienza toda esta historia.
El Cantar del Mio Cid es una obra literaria y por eso su contenido no es (ni tiene porqué serlo) fiel a los acontecimientos históricos. Si los guionistas de la recién estrenada serie se pusieran rigurosamente serios con el contenido histórico, además de ser bastante aburrida, habrían hecho una serie que nos costaría identificar con el Cid, ya que este personaje tiene más de mito que de real.

El Cantar del Mio Cid forma parte de la literatura que deforma los personajes históricos en favor de un trepidante argumento

El Cantar del Mio Cid forma parte de la literatura que deforma los personajes históricos en favor de un trepidante argumento. Vamos, como las series en la actualidad. (Fuente: Biblioteca Nacional)

Analicemos, aunque sea brevemente, cómo sería el Rodrigo Diaz histórico, ya no frente a la serie “El Cid” si no ante el mismo Cantar del Mio Cid.
Empecemos por sus orígenes. Gracias la historiadora Margarita Torres sabemos que Rodrigo Diaz no procedía de la baja hidalguía, más bien deberíamos situarlo entre los magnates cercanos al rey. ¿Pero porqué ocultar este acaudalado origen?
La razón es sencilla: parte de su heroicidad reside en conseguir el honor por méritos propios, y eso encaja mejor en un desheredado que por el hijo de un rico, cuya fortuna, entonces y ahora, es capaz de comprar todo tipo de privilegios.
Ni siquiera su lugar de nacimiento es seguro que fuese la localidad de Vivar, pues siendo rigurosos tampoco hay ningún documento anterior al Cantar del Mio Cid que sitúe allí la cuna del héroe.

 

Conviene distinguir los documentos históricos que hablan del Cid como este de la catedral de Valencia, de los cantares de gesta

Conviene distinguir los documentos históricos que hablan del Cid como este de la catedral de Valencia, de los cantares de gesta.

De hecho, es importante destacar qué pese a que la copia más antigua del cantar está fechada en mayo de 1207, su redacción no se puede remontar mucho más allá de finales del siglo XII, con lo que nos encontramos con una diferencia de casi un siglo entre lo ocurrido y lo escrito. Dicho lo cual, gran parte del contenido puede ser tan real como poético.
El nombre de Babieca, la Tizona y la Colada son igualmente literarios muy posteriores a los hechos históricos. Incluso episodios como la muerte por traición del rey Sancho II, no aparecen con esos tintes en cantares de tan antiguos o más que el mismo Cantar del Mio Cid como es la Historia Roderici.
Otros ni siquiera son admitidos como novelizaciones de hechos reales, si no como hechos totalmente falsos, como es la jura de santa Gadea.
Lógicamente hay datos que si son ciertos como es destierro del Cid, pero no por recelos del rey Alfonso VI si no por cuestiones militares plenamente justificadas, como fue su algarada por la taifa de Toledo tras el ataque a Soria por parte de los musulmanes en el año 1080.

 

En su etapa como gobernador de Gormaz el Cid sobrepasó la frontera de la taifa de Toledo persiguiendo a unos saqueadores
En su etapa como gobernador de Gormaz el Cid sobrepasó la frontera de la taifa de Toledo persiguiendo a unos saqueadores. Motivo por el que se justificaría el destierro de Rodrigo dado el complejo panorama político.
 

Podríamos seguir con infinidad de distorsiones entre la realidad histórica y el cantar de gesta pero de lo que no cabe duda es que desde la Edad Media, Rodrigo Diaz dejó de ser un personaje real para convertirse en un mito, con todo tipo de representaciones a su alrededor. Cantares de gesta, obras teatrales, cuadros, óperas, novelas, películas, series de animación… toda una cadena cultural de la que la serie protagonizada por Jaime Lorente es solo el último eslabón.
¿Puede que la nueva serie tenga fallos históricos? Pues claro, es que si no… no sería el Cid.

La mítica película de El Cid (1961) tiene todo tipo de fallos históricos pese a estar asesorada por el insigne Menéndez Pidal

La mítica película de El Cid (1961) tiene todo tipo de fallos históricos pese a estar asesorada por el insigne Menéndez Pidal.