La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València ha denegado este martes por cuarta vez la libertad del expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana.

Tal y como ha informado la periodista Loreto Ochando en Valencia Plaza, el letrado de Zaplana ha utilizado la baza del mal estado de salud del expresidente para volver a pedir la libertad o en su defecto, la prisión domiciliaria. Sin embargo, los magistrados han sido duros en su respuesta al recordarle al abogado que “ha sufrido recaídas de su enfermedad estando en libertad, por las cuales ha precisado de ingreso hospitalario y durante, al menos, una de las cuales, estuvo gestionando telefónicamente sus negocios desde el hospital, tal y como se desprende de las intervenciones telefónicas practicadas”.

Los jueces aseguran que su seguimiento médico en prisión es superior al que tenía en libertad y su cercanía a un hospital es mejor en la cárcel de Picassent que en su residencia de Madrid. La Audiencia cuestiona el informe de su hematólogo, que asociaba el ingreso en prisión de Zaplana con un empeoramiento de su salud, y no descarta que esta pudiera empeorar incluso saliendo de prisión.

Además, toma los argumentos que utilizó el fiscal Anticorrupción que aseguran que el expresidente del Consell, previamente a su ingreso en la cárcel, no llevaba la vida aséptica propia de un enfermo que ahora reclaman.

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Por el contrario, mantenía una intensa vida social y profesional con numerosos viajes, cenas y copas con el estrés que esto conlleva. “No hace falta ser licenciado en medicina para conocer que tanto los aeropuertos como las estaciones, aviones, trenes, restaurante y reuniones sociales numerosas no propician en absoluto esa medida de ausencia de gérmenes patógenos que se pretende hacer ver que el recurrente necesita de forma inexcusable para hacer su estado de salud compatible con la vida”.

Respecto a la depresión que el exministro asegura padecer desde su entrada en prisión, los jueces establecen que ya está siendo tratado. Restan importancia a la carta del médico que le atendió en Houston, Texas, por no hacer un reconocimiento del paciente desde 2015.

Aseguran también que las condiciones en prisión no son peores para su estado de salud que las condiciones de su vida fuera de prisión. Y señalan que las circunstancias no han cambiado desde su entrada en Picassent y que “el riesgo de fuga es real, objetico y palpable”, añadiendo que aún se espera un informe que recoja su patrimonio en el extranjero.  De hecho, la Sección Quinta califica de “evidente” el riesgo de destrucción de pruebas de “gran importancia” para el esclarecimiento de los hechos.

La defensa de Zaplana reitera su petición de que los forenses le examinen de nuevo


Por su parte, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, la defensa de Eduardo Zaplana reitera la petición de que los forenses examimen de nuevo al exministro tras la última negativa de la Audiencia Provincial. 

"La Audiencia ignora la gravedad de los informes. Dos eminencias oncológicas -su médico y un experto de Houston- y el equipo forense judicial coinciden en el diagnóstico de la enfermedad, en el tratamiento y en que existe riesgo de empeoramiento IRREVERSIBLE de la salud de Eduardo Zaplana", explica la defensa del exministro del PP.