El exministro José Ignacio Wert y su esposa, Montserrat Gomendio. Foto: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte



Todo parecía apuntar a que José Ignacio Wert pasaría a la historia como uno de los ministros peor valorados de la historia, pero puede que no sea así, puede que pase como el ex ministro con más suerte en el amor y en su bolsillo porque, a todos los beneficios de los que disfruta en Paris, hay que sumarle una indemnización de 4.598,79 euros que cobró al salir del Ministerio.

Aunque es un cobro legítimo, no deja de llamar la atención sobre todo si recordamos otras cifras y el desarrollo de esta historia.
Ya es conocida su historia de amor con la que es ahora su mujer, Montserrat Gomendio, y su nombramiento como embajador de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para vivir con ella en París. Ahora conocemos que al dejar el ministerio cobró una indemnización de 4.598,79 euros dejando atrás duros recortes y la imposición de cuantiosas tasas educativas.


Antes, Gomendio era secretaria de Estado de Educación y el segundo miembro del Gobierno de Mariano Rajoy con más bienes en su poder, concretamente con un patrinomio de 14,5 millones de euros. Siendo la ‘numero dos en educación’ y Wert el ministro, comenzaron su relación.

Poco después, fue nombrada directora general adjunta de Educación en la OCDE y trasladada a París. Fue entonces cuando Wert quiso renunciar, sin esperar siquiera a que acabara la legislatura y con unas elecciones a la vuelta de la esquina, para seguir a su amada hasta la capital francesa.

En vez de mudarse y buscar fortuna, como sería lo normal, la relación fue bendecida con un puesto de reconocimiento para Wert: embajador de España ante la OCDE.

Una vez juntos, Wert empezó a cobrar 10.000 euros mensuales que, si los sumamos a la indemnización de más de 4.500 euros que ahora conocemos que cobró, serían más que suficientes para adquirir un nidito de amor. Sobre todo si tenemos en cuenta la situación económica de su mujer que bien se podría calificar como ‘millonaria’.

Pese a ello, la pareja prefirió aceptar 11.000 euros mensuales pagados por el Estado; es decir, por todos los españoles, para sufragar los gastos de su residencia París, el servicio y el chófer.