Si hay alguien que, a día de hoy, representa, defiende y exige para todos valores conservadores, extremos y de otra época, ese es el líder del Vox, Santiago Abascal.

El partido de extrema derecha sorprendió en las pasadas elecciones andaluzas consiguiendo 12 escaños. Sin embargo, sus mensajes y propuestas llevan sorprendiendo más tiempo.

Desde discursos contra las mujeres y la Ley contra la Violencia de Género, pasando por atacar a los inmigrantes o difundir el discurso del miedo por la supuesta pérdida de la unidad de España. Estos son algunos de los pilares de Vox. Pero hay más, se definen como defensores del catolicismo, del pacifismo, quieren recuperar el servicio militar obligatorio tanto para hombres e implantarlo para las mujeres y limitar el Estado.

Y pese a ello, su líder, Santiago Abascal, incumple en su vida todos y cada uno de estos temas. Tal y como recuerda Los Genoveses, colaborador de ElPlural.com, está divorciado y se ha vuelto a casar, tiene un arma, cobró durante años del Estado y aunque se define como buen patriota, esquivó la mili.

Está divorciado

Abascal se define como católico apostólico y románico, pero se divorció tras tener dos hijos y se volvió a casar, teneiendo otros dos con su segunda esposa.

Se casó por primera vez en el 2002 y, ocho años después su matrimonio llego a su fin. Firmaron los papeles del divorcio, algo impensable entre los católicos conservadores.

Sueldazos en puestos públicos

Desde los 21 a los 39 años, el líder de Vox ha cobrado un sueldo público al ostentar diferentes cargos políticos y públicos. Ahora, Vox exige que se limiten los poderes del Estado, que este sea más pequeño y también sus competencias.

Hay que recordar que hasta el 24 de noviembre del 2013, Abascal era militante del Partido Popular. Menos de un mes después de decir adiós al PP, el 17 de diciembre del 2013, se inscribía en el Registro de Partidos Políticos con el nombre de Vox.

Pero, hasta ese momento, había cobrado del Estado. En 1999 empezó a cobrar del erario público y lo hizo hasta 2013 embolsándose cerca de medio millón de euros antes de impuestos

Si leemos el programa electoral de Vox descubriremos que incluye la supresión de muchos de los cargos que él mismo ocupó y por los que cobró gracias a su afiliación política.

Tiene un arma

santiago abascal

Vox defiende el pacifismo, pero a principios de diciembre vimos como el senador de Compromís Carles Mulet solicitó al Gobierno información sobre el permiso de armas de Abascal, que lleva pistola según ha reconocido él mismo.

En declaraciones a ElPlural.com, Carles Mulet señaló que "es preocupante que se propague la idea de que un cargo político necesite llevar armas" en España. Recordó que es algo que está correctamente regulado y "dudamos de que este señor, simplemente por ser político tenga que llevar armas".

No hizo la mili

Otra de las propuestas del partido de ultraderecha es la recuperación del servicio militar obligatorio e implantarlo del mismo modo para las mujeres. "Sería bueno vincular a las juventudes con la defensa de la sociedad, con algún tipo de entrega a la patria. Puede haber un servicio social sustitutorio, un servicio militar sustitutorio, pero tiene que haber algún tipo de entrega a los demás para poder beneficiarse lo que a todos nos da la sociedad", dijo Abascal.

Y aquí llega otra con tradición: Abascal no hizo la mili. Este mismo viernes la revista satírica El Jueves lo ha recordado.

Financiado por millonarios iraníes

Otro de los discursos que más caracteriza a Vox pasa por el racismo y por usar la política del miedo contra una presunta invasión de inmigrantes. Sin embargo, cuando se trata de recibir financiación de extranjeros, al partido de Abascal no le parece tan mal.

El gerente de Vox Enrique Cabanas reconoció a El País  que para la campaña de las primeras elecciones a las que se presentaron, las europeas de 2014, contaron con unas curiosas donaciones. Miembros de una organización de exiliados iraníes, el Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), realizaron “miles de aportaciones de entre 200 y 5.000 euros” al partido de Abascal.

La financiación de medio millón de euros a través de un 'pitufeo' de la oposición iraní llama poderosamente la atención, no sólo por el discurso abiertamente racista de los ultraderechistas, sino por las conexiones internacionales de esa organización. El CNRI es un grupo opositor del régimen de los ayatolás iraníes que ha contado tradicionalmente con su propio brazo armado. El Muyahidin-e Jalq (PMOI) ha sido considerado como grupo terrorista por los grandes organismos occidentales hasta que, hace menos de 10 años, realizaron una campaña política para convencer a Washington y Bruselas de que habían abandonado la lucha armada. De hecho, podemos afirmar que consiguieron su objetivo cuando en 2012 la CIA les sacó de su listado de organizaciones terroristas a pesar de haber asesinado a unos 17.000iraníes y participar en la guerra siria.

El PMOI habría nutrido sus cuentas gracias a los fondos de países ‘moralmente dudosos’ como Arabia Saudí o la Irak de Saddam Hussein, pero también del lavado de dinero negro procedente del fraude o de la venta ilegal de armas.

Es más, la cadena estadounidense NBC conectaba la financiación del CNRI y la obtención de su armamento directamente con Israel. Unos lazos políticos entre neofascismo y sionismo que llega a España, con pleno reconocimiento de Vox, pero que tiene bastante tradición en otros países como EEUU.