Vox no sería lo que es Vox sin dos nombres propios. El primero es el del presidente de la formación, Santiago Abascal. El segundo, el de Manuel Mariscal, jefe de Comunicación del partido, y aunque no tenga la notoriedad de otros pesos pesados como Javier Ortega-Smith o Rocío Monasterio, es una de las piezas fundamentales del proyecto. Prueba de ello es que ahora, el propagandista será el cabeza de cartel de la extrema derecha al Congreso de los Diputados por la provincia de Toledo, ciudad natal de Mariscal. 

Un nombramiento simbólico

Es muy importante resaltar que en el sector conservador de este país Toledo tiene una tremenda importancia. La que fuera durante muchos años la capital del reino español, sigue ocupando un gran lugar en el corazón de muchas personas. De ahí que la designación de Mariscal no sea un nombramiento más, sino que sea una suerte de premio con el que Abascal ha querido agradecer a su gurú todos los años de lealtad.

El camino de Mariscal y Vox comenzó hace poco más de tres años, cuando este, al igual que la gran mayoría de simpatizantes de la formación ultraderechista, salió descontento del Partido Popular. Después de que los populares no le hicieran caso, encontró un refugio en Abascal. "Había coincidido en algunos actos de víctimas del terrorismo con Santiago Abascal y era una persona con un discurso que me atraía. Hice un artículo analizando el tipo de votante de Vox que le llegó a él y Abascal me escribió por Twitter", contó en una entrevista al diario El Mundo.

Mariscal vivió en primera persona el ostracismo de Vox hasta que en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 la formación dio un golpe en la mesa y confirmaron que la extrema derecha había llegado a España para quedarse.

Así relataba esa experiencia: "Como veía que era incapaz de que ningún medio hablase de Vox, pensé que Santi me echaría. Él me decía: "Prueba a llamar a esRadio a ver si nos dan alguna entrevista", y ni con esas. Fue cuando entendí que tenía que crear mis propios canales para colocar nuestro mensaje. Navegué por foros y empecé a aprender cómo desarrollar una red de canales y a crear contenidos que se viralizasen rápido. Empecé a crear memes con el programa Canva porque quería llegar a nuestro público a través del entretenimiento y dulcificar nuestra imagen. Santiago no lo veía al principio, pero al comprobar cómo funcionó el primero, aceptó la estrategia". Una decisión, que viendo los resultados, fue más que acertada. 

Ahora, tras tantas batallas juntos, Abascal le ha brindado la oportunidad de recoger todos los frutos sembrados, y nada más y nada menos que en el lugar simbólico por excelencia de la derecha española.