El juzgado número 48 de Madrid ha dado el paso de procesar a Lorena Ruiz-Huerta, portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, por unas declaraciones realizadas en una entrevista con Jordi Évole en Salvados. El procesamiento llega después de que el caso de calumnias a la policía ya fuera archivado en 2014 y el juzgado parece haber obviado que la diputada está aforada y debería ser juzgada en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

El asunto versa con su trayectoria como abogada del turno de oficio, cuando declaró que muchos de sus defendidos aseguraban haber sufrido torturas policiales durante su detención. Varios sindicatos policiales se querellaron contra ella, acusándole de calumnias.

En el proceso, nadie ha sacado a relucir que Ruiz-Huerta es aforada. Por parte de la dirigente morada, se entiende su postura por la posición de Podemos contra este blindaje política. Pero desde fuentes judiciales citadas por la SER, aseguran que la portavoz de Podemos está aforada por el artículo 11.6 del Estatuto de Autonomía de la Región, pero que la limitación de que solo la pueda juzgar el TSJM se limitaría a hechos cometidos durante su cargo.

Pero lo cierto es que no siempre es así. El caso más reciente es el del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, a quien el Tribunal Supremo parece estar a punto de librar de la causa del caso Máster -mientras la investigación sigue su curso en la justicia ordinaria-. Pero a Casado se le acusaba de unos supuestos delitos derivados del máster que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos entre 2007 y 2008, cuando era diputado regional -aforado ante el TSJM- y no diputado nacional -aforado ante el Tribunal Supremo-. Más claro queda el caso con Daniel Ortiz, exalcalde del PP en Móstoles, que fue investigado por el TSJM dentro de Púnica al ser diputado de la Asamblea, pese a que los hechos investigados se ceñían a su etapa de regidor.

Sus declaraciones se hicieron un año antes de que Ruiz-Huerta se integrara en Podemos y se presentara a las elecciones regionales. En su defensa frente a las acusaciones policiales alega que estaba haciendo uso de su libertad de expresión, que se limitó a trasladar lo que denunciaban sus defendidos y que nunca dijo que todos los policías realizaran torturas,

Así fue su conversación con Jordi Évole:

Ruiz-Huerta: Yo me lo encuentro en cada guardia que hago del turno de oficio. Es curioso porque este es un dato que cuesta mucho que la gente se crea.

Évole: Bueno, es que a mí me está costando creerlo.

R-H: Pues es así. La policía maltrata a los detenidos de manera sistemática durante la detención. Desde el momento en que se produce la detención, durante la conducción, en los calabozos, y no solamente de forma física, no sólo les golpea: sino que les veja, les insulta y les humilla.

É: Es una acusación gravísima.

R-H: Es una acusación gravísima y es una acusación que yo recibo de todos… no me atrevería a dar un porcentaje, pero rozaría el 90 por cien, de los clientes que yo asisto como letrada. Jamás por parte de la Fiscalía se hace una sola pregunta ni se inicia una investigación sobre cuál es el origen de esas lesiones que trae esa persona.

Tras un periplo judicial por varios tribunales y un par de declaraciones de Ruiz-Huerta ante los jueces, el juzgado de instrucción 29 de Madrid archivó el caso en diciembre de 2014 pero el juzgado 48 dictó un auto de procedimiento abreviado en enero de 2018.

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado el procesamiento en junio, afirmando que hay que estudiar la “intención” de la diputada de Podemos así como “las circunstancias que rodearon” sus palabras en el programa de La Sexta.