Los mejores deseos de paz desde la provincia de Teruel no pudieron llegar a Singapur. Hace un mes que la Denominación de Origen Jamón de Teruel envió al Consulado General de la república asiática lo siguiente: un jamón de Teruel, un pan artesano de la localidad turolense de Castelserás y una botella de aceite del Bajo Aragón.

La idea, según dijo entonces el presidente de la denominación de origen Ricardo Mosteo, era: "que la mesa de negociación [entre el Presidente de EEUU y el dictador norcoreano] tenga los ingredientes que favorecen la felicidad de los que se encuentran a su alrededor". Pero esos ingredientes de la felicidad fueron devueltos en cuanto fueron recibidos. El Plural ha contactado con el Consulado General de Singapur, donde atienden con cierta perplejidad nuestra llamada. "Lo devolvimos en cuanto supimos lo que era", nos responden. Aparte de las dificultades burocráticas y sanitarias relacionadas con el envío de alimentos a otros países, se sumaban otras relacionadas con la organización de una cumbre tan delicada, sobre todo consideraciones relativas a la seguridad. El Consulado singapurense no tuvo más remedio, entonces, que devolver los manjares por la paz. No era el cauce adecuado. 

Este diario ha tratado en numerosas ocasiones de contactar con Ricardo Mosteo y con los servicios de prensa de la Denominación de Origen; sin éxito, por lo que desconocemos el destino del jamón, el pan y el aceite devueltos.