Ni siquiera la secretaria general ha arrancado el compromiso firme de los tres senadores para que no rompan la disciplina de voto, que aunque no influiría en el resultado del escrutinio, si supondrá una crisis en el Grupo Popular en el Senado y en la misma organización del PP, donde las alarmas todavía se mantienen encendidas ante la rebeldía de los representantes leones, que hace unos días manifestaban su apoyo al sector minero y rechazaban el recorte del 60% de las ayudas a la minería que contemplan los Presupuestos Generales del Estado.

Expediente disciplinario y expulsión
Y es que el PP no está dispuesto a consentir versos sueltos en el Grupo Popular. Así, al menos, lo ha dejado claro el secretario general del PP en la Cámara Alta, Antolín Sanz, quien confía en la disciplina de voto, pero por si acaso ha advertido a los senadores díscolos que si se produjera esa ruptura la dirección del PP actuarían en consecuencia; esto es, expediente disciplinario y expulsión del Grupo y del partido.

Ausentarse de la Cámara
Según ha podido saber ELPLURAL.COM, los senadores podrían haber solicitado al Grupo Popular una salida “digna” a su difícil situación, como ausentarse de la Cámara en el momento en el que se proceda a la votación de los presupuestos. Lo que está claro es que la tensión se palpaba en los pasillos del edificio, donde el senador díscolo popular por León, Juan Morano, ha eludido hacer declaraciones sobre la minería y se ha limitado a decir que no sabe qué hará en el momento de votar las enmiendas relativas a este sector.

“Hagan lo que hagan están sentenciados”
De lo que no cabe duda es de que los tres senadores leones se encuentran en una verdadera encrucijada: si votan a favor de los presupuestos sus nombres formarán parte de la ignominia leonesa minera, y si los rechazan, el PP los expulsará del partido. En este sentido, las mismas fuentes señalaban a este periódico que “hagan lo que hagan están ya sentenciados y nunca más formarán parte de las listas del partido”.

Alcaldes y Juan Vicente Herrera
Sea como sea, el caso de la minería ha salpicado de lleno al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que con la boca pequeña defiende la minería pero que es incapaz de pronunciarse a favor de un sector que de no recibir esas ayudas verá desmantelado su tejido socio-económico de la montaña leonesa y palentina, donde los alcaldes del PP, estos sí, amenazan con darse de baja del partido y muestran su malestar con la falta de sensibilidad del ministro de Industria con el sector. Tanto es su cabreo que solicitan a los parlamentarios castellano-leoneses que voten a favor de las enmiendas que posibiliten la continuidad del carbón en la provincia de León, o lo que es lo mismo, que se unan a los representantes del PSOE.

Marcha Negra
En resumidas cuentas, sector está que echa chispas, y nunca mejor dicho, y los sindicatos anunciaron este lunes, tras comprobar el éxito rotundo de la huelga general en las cuencas mineras de Asturias, Castilla y León y Aragón, que un grupo de mineros iniciará una Marcha Negra hasta Madrid en defensa del carbón. La medida fue comunicada durante la gran manifestación a favor del sector que ha logrado este lunes reunir a 15.000 personas en la ciudad de León y paralizar toda actividad en las localidades mineras de España.