Tabarnia ha adaptado la modalidad deportiva sueca del plogging (la recogida de desperdicios mientras se hace running) a Cataluña con una modalidad que denomina “tabarning”. ¿En qué consiste? En quitar del espacio público lazos amarillos y propaganda independentista.
Tabarnia ha echado mano de la modalidad deportiva sueca, consistente en combinar el ejercicio con el cuidado del medio ambiente, que se ha extendido en más de 100 países, en su frente abierto contra los independentistas.
En un comunicado, Tabarnia anuncia que su deporte se puede practicar en toda Cataluña, “que es donde está lleno de lazos y propaganda amarilla”. Incluso, informa de sus “reglas”. Según dice este colectivo, la práctica “consiste básicamente en que varios equipos se dan cita en un lugar y a una hora fijada comienzan a retirar lazos y propaganda independentista instalada ilegalmente en mobiliario urbano. El equipo que consigue llenar más bolsas de desperdicios amarillos gana”.
Un "deporte de riesgo"
“Se puede practicar individualmente o por equipo, de día o de noche, a cara descubierta o tapada (recuerda que es un deporte de riesgo)”, ironiza Tabarnia, en su web.
Los tabarners aseguran que se pueden quemar más de 300 calorías practicando tabarning en solo 30 minutos, ya que combina sentadillas para recoger lazos del suelo con saltos para alcanzar carteles en las farolas. En las redes, este movimiento promueve la práctica de su nuevo ‘deporte’ bajo el hashtag #Tabarning, donde “se puede subir imágenes de personas practicando este deporte individualmente o en grupo”.
“Según la Consejería Tabarnesa de Deportes el tabarning está considerado como un deporte de riesgo, pues puede acarrear agresiones e insultos independentistas. Por tanto, aunque puede practicarlo toda la familia se recomienda iniciarse con precaución”, dice la nota de Tabarnia, que anuncia, incluso, el I campeonato nacional de tabarning.
Desdramatizar la situación de conflicto social
Tabarnia hace una "aclaración": sólo pretende "desdramatizar una situación de conflicto social que ahoga a la sociedad catalana desde hace demasiado tiempo. El acto de retirar símbolos de apoyo al golpe de estado independentista puede acarrear y acarrea graves consecuencias para los valientes ciudadanos que han dado el paso de hacerlo. Obviamente no es un deporte, ni los que retiran propaganda son deportistas, son héroes anónimos".