Tabarnia ha vuelto a tener éxito. Su convocatoria de manifestación para desagraviar a Rafael de Casanova ha congregado a unas 50.000 personas, llenando la Via Laietana hasta la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Esta asociación, nacida desde la broma, toma cuerpo. El acto político ha consistido en defender que Rafael de Casanova, el icono independentista, fue un "patriota español". Diversas organizaciones han realizado una ofrenda floral ante los pies del monumento, con una bandera española y otra de Tabarnia.

Ante el monumento que cada 11 de Setiembre congrega a las fuerzas catalanistas, los responsables de Tabarnia han tenido como invitado a un descendiente de Casanova. Eduardo de Delás, barón de Vilagayá y con simpatías por Ciudadanos, ha explicado que es decendiente del hermano mayor de Casanova. Ha leído el último bando que firmó el conseller en cap (sería el alcalde actual) de Barceloana la mañana del 11 de setiembre de 1714. Casanova termina dando vivas al Rey y apostando por una España diferente a la defendida por Felipe V, el primer Borbón, pues Casanova apoyaba al archiduque de Austria.

En un ambiente claramente festivo, los organizadores han repartido caretas de Albert Boadella, su presidente en el exilio. Los oradores de Tabarnia siempre finalizan sus alocuciones con vivas a Tabarnia, Cataluña y España: el más coreado es el último. Asimismo, la canción más cantada es el Viva España de Manolo Escobar. El acto político ha terminado con la audición de la sardana La Santa Espina (que también es utilizada en concentraciones independentistas) y el himno español. La primera ha pasado bastante desapercibida. El segundo, ha sido seguido con fervor patriótico e, incluso, alguno ha cantado la letra de José María Pemán, como el barón de Vilagayá.

A pesar de la desorganización que ha presidido todo el acto, controlado por un servicio de orden propio de "somatén" (con legionarios al mando), los miles de congregados se han manifestado por la Via Laietana, en una gran manifestación de apoyo a España en Catalunya.