El caso de la niña que ha tenido Ana Obregón a través de la gestación subrogada ha llegado a la actualidad con tanta fuerza y ha removido de tal manera el arenero que más de una semana después de salir a la luz las fotografías todavía se sigue hablando de este hecho. Las críticas y las alabanzas se han producido casi a partes iguales ante una práctica que en España es ilegal y que el Congreso de los diputados ha cerrado la puerta a regular, al menos por el momento. Pero no es una situación nueva ya que la justicia lleva intentando bloquear el uso de los vientres de alquiler desde el año 2014 con sentencias del Tribunal Supremo que recuerdan precisamente la ilegalidad de esta praxis además de críticas hacia los famosos que acuden a esta posibilidad que roza la explotación de las mujeres lejos de nuestras fronteras para ser madres o padres. 

La justicia y los vientres de alquiler

La gestación subrogada a manos de Ana Obregón ha abierto un debate público encarnizado entre los que se dividen en aplaudir a la actriz y quienes apuntan a la explotación de las mujeres con contrato y dinero mediante. Y es que en nuestro país la ley es clara en cuanto a esta práctica, ilegal en nuestra fronteros, por lo que todos aquellos que recurren a ella para ser madres o padres tienen que hacerlo fuera de España. Sin embargo, esta ilegalidad no ha sido un inconveniente para que muchas personas hayan intentado llevarlo a cabo en territorio español, donde sí se han registrado a más de 2.000 menores venidos del extranjero en las últimas décadas. 

El artículo 10 de la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida del año 2006 recoge explícitamente la prohibición señalando que "será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero". Es decir, se cierra la puerta incluso a esta praxis aunque no haya lucro, algo que sí defiende Ciudadanos frente al Partido Popular, que en un primer momento se abrió a regular la técnica pero después se quitó del medio. Sin embargo, esta ilegalidad afecta al contrato pero sí hay un vacío en cuanto al registro de los menores en la administración española.

Pero el caso de Obregón, que ha acogido a una niña en Miami mediante un vientre de alquiler, no ha sido el único. El primer suceso de este estilo que llegó al Tribunal Supremo fue en 2014, cuando una pareja española quiso registrar en 2008 dos bebés adquiridos en Los Ángeles a través de este sistema en Estados Unidos. Tras lograrlo allí hicieron lo propio en el registro civil español, donde se les reconoció como hijos propios. Pero el Supremo consideró aquel contrato nulo y, por lo tanto, no pudieron inscribirlos. Y es que ya entonces la justicia señaló que esta técnica de reproducción vulnera "la dignidad de la mujer gestante y del niño, mercantilizando la gestación y la filiación".

De hecho, este texto consideraba que se "cosificaba" a ambas partes, "permitiendo a determinados intermediarios realizar negocio con ellos, posibilitando la explotación del estado de necesidad en que se encuentran mujeres jóvenes en situación de pobreza", señala la ley. Y es que tras los vientres de alquiler hay mucho más que una persona que quiere una maternidad y paternidad deseada hay compañías que hacen negocio. Muchas empresas publicitan este tipo de contratos en nuestro país a pesar de que el hecho en sí se vaya a producir en otros países donde sí es legal, como Estados Unidos o Ucrania, algo en lo que los tribunales también han puesto el foco.

La utilización de los famosos

Junto a las agencias, el Supremo también ha analizado la utilización que hacen las figuras públicas y famosos de este recurso, que han podido hacer conocidos como Tamara Gorro, Georgina y Cristiano o Ricky Martin. La Sala de lo Civil señala que "los contratos de gestación por sustitución vulneran los derechos fundamentales, tanto de la mujer gestante como del niño gestado, y son por tanto manifiestamente contrarios a nuestro orden público” así como que todas las partes son tratadas como "simples mercancías". Por eso, el Alto Tribunal ha puesto el foco en muchas ocasiones en la impunidad de las agencias que lo presentan con publicidad ante la llegada de un "hijo". 

Asimismo, las sentencias reflejaron las duras cláusulas de los acuerdos al respecto de la madre biológica o mujer gestante ya que no solo se las obliga a entregar al bebé sino también quedan marcadas las posibilidades que pueden darse sobre este cuerpo si quedan, por ejemplo, en muerte cerebral o sufren algún accidente. "La futura madre tiene el derecho a mantenerla con vida con un soporte vital médico, con el objetivo de salvar al feto hasta que el médico tratante determine que está listo para el nacimiento", recogen. Por eso, los jueces calificaron en 2014 como "huida del ordenamiento jurídico español" el salir de nuestras fronteras para obtener un bebé y registrarlo en nuestro país, algo a lo que señalan directamente a los famosos, quienes más acuden a esta práctica.