Ni 48 horas han pasado desde que se conociera el resultado de las elecciones y la izquierda a la izquierda del PSOE ya se encuentra como hace dos meses. Acaba la tregua electoral, Podemos vuelve a ser la nota discordante de Sumar y cargaba contra los resultados obtenidos reivindicando a Irene Montero.

"Es muy ruin", indican fuentes de Sumar sobre el mensaje que desde Podemos se mandó a los medios de comunicación con unas declaraciones de Belarra con recado a Yolanda Díaz. “La estrategia de renunciar el feminismo e invisibilizar a Podemos no ha funcionado electoralmente”, indicaba la secretaria general de Podemos apenas diez minutos de que el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, diera una rueda de prensa valorando los resultados y explicando la hoja de ruta para posibilitar una investidura

Podemos se rearma y, aparte de las declaraciones de Belarra, ha sido Pablo Iglesias el que ha puesto toda la carne en el asador. Solo este lunes ha tenido hasta cinco oportunidades el exlíder de Podemos de mostrar su decepción con los resultados electorales. Una de ellas en RAC1, dos en su televisión, un artículo de opinión en CTXT y la tertulia de Hora 25 en la Cadena Ser. En todas el mismo mensaje: que Sumar no ha mejorado el peor dato electoral de Unidas Podemos y ha bajado siete escaños y que si no gobierna Sumar con el apoyo de Junts le exigirán a Yolanda Díaz primarias sin veto a Irene Montero. “Si la falta de un acuerdo entre Junts y el PSOE impone una repetición electoral, Sumar no tendrá excusa para no convocar primarias y no podrá vetar a nadie”, indicaba al respecto.

La premura con la que se logró el acuerdo de la coalición hizo que fuera imposible convocar unas primarias para decidir las listas como quería Podemos. Ahora, en el caos de que no se gobierne, exigirán . Tampoco pondrán piedras en la rueda: todos los partidos de Sumar quieren llegar al Gobierno y nadie maquinará contra el acuerdo para no dar más oportunidades a Feijóo y Abascal, a los que consideran casi amortizados

"Salimos de unas municipales autonómicas y municipales con una sensación muy generalizada de derrota, con apenas un millón de votos y salimos de las generales con tres millones de votos y con perspectiva de gobierno de izquierdas y con mucha alegría. Los progresistas estos días lo que sienten en España es alegría. Alivio por una parte porque Vox no va a estar en el Gobierno, pero sienten alegría (...) La gente está contenta y eso es lo más importante", indicaba este martes Ernest Urtasun intentando cambiar el relato de Podemos y celebrar que puede haber gobierno.

"Sobre la campaña electoral solo tengo palabras de agradecimiento a las personas que han participado en ese gran acuerdo. No solo Podemos, también IU, los Comunes, Compromís y el resto de organizaciones políticas. Hemos remado todos a favor. Estamos muy satisfechos porque hemos logrado un gran objetivo, frenar que la extrema derecha entre en el gobierno, dar una alternativa de progreso a este país y ahora es el momento de responsabilidad y gestionar bien ese resultado", añadía.

Fuera de cámaras, se muestran más rehacios a las palabras de Belarra e Iglesias. "Han ignorado completamente el resultado del 28M", indican fuentes de Sumar. "La coalición salió adelante por los resultados desastrosos de la izquierda en las autonómicas y ahora se ha conseguido remontar en tiempo récord y con un presupuesto ajustado. El ruido inicial no ayudó, pero se consiguió una buena colaboración durante la campaña que debe permanecer", insisten con cierta molestia. "Es muy ruin lo que han hecho", resume otra fuente. "No han dejado ni que salga Urtasun a colocar el mensaje", añade cabreada.

Por su parte, Sumar trata de quitarse la imagen de ser los herederos de Podemos y presentarse como una fuerza nueva que se estrena en unos comicios. "Sumar es la primera vez que se presenta a las elecciones", lleva dos días repitiendo Urtasun. "Le hemos dado la vuelta a la tortilla. Es un éxito fundamentalmente de Sumar. Sumar ha frenado un cierto desánimo en que la derecha iba a ganar este país, que es el que estaba instalado, que PP y Vox iban a tener la mayoría de gobierno. Es un proyecto que se inicia, pero es un punto de partida", avisa explicando que después del verano terminarán de apuntalar el partido de Díaz y la coalición con una Asamblea.

Las fricciones entre Sumar y Podemos han tenido sus más y sus menos. "En cada provincia han tenido experiencias diferentes, lógicamente. No es lo mismo coordinarse con dos partidos que con tres o cuatro", comenta otra de las fuentes, explicando cómo ha sido la campaña en una circunscriptción pequeña. "En nuestro caso, Podemos se ha encargado de tareas en las que no tenía que mediar con el resto de partidos debido a rencores con personas de otras formaciones", reconocía. "Izquierda Unida sí ha mantenido una activa colaboración muy positiva", señala sobre la otra cara de Unidas Podemos en el resto de provincias.

"Las tensiones con Podemos son siempre de carácter personal, ni siquiera son diferencias ideológicas. Por tanto, no podemos permitir escisiones políticas únicamente por problemas entre personas. Hay que saber identificar cuándo una relación personal está impidiendo alcanzar los objetivos políticos. En Sumar han sido capaces de olvidarse de sus diferencias personales, en Podemos no lo parece", añaden fuentes próximas a Díaz.

Junto a Urtasun, Yolanda Díaz ha salido a calmar los ánimos en la coalición con una entrevista en Al Rojo Vivo asegurando que se ha sentido "absolutamente respaldada" por los partidos que integran Sumar. "Las formaciones políticas son esclavas de sus palabras y las tienen que valorar ellas mismas. Unidas Podemos obtuvo un millón de votos en el último proceso electoral", ha dicho en referencia a los tres millones que han obtenido el 23J. "Me enteré por los medios de comunicación. Yo y todo el mundo", ha indicado negando que Belarra le transmitiera el mensaje la noche electoral. "El feminismo es el movimiento emancipador más importante que tenemos. Hay muchas mujeres que llevan años trabajando para ensanchar derechos. No es de nadie", añadía sobre Irene Montero. 

En la noche electoral el cabreo de Podemos era evidente. Desde el cuartel general de Sumar, cuando salieron a celebrar los datos, solo Alejandra Jacinto mostraba su alegría. Ni Ione Belarra ni Lilith Vestrynge ni rostros del 28M como Roberto Sotomayor o Carolina Alonso se entregaron a la victoria y apenas se dejaron ver en las zonas comunes. Tampoco salieron a la calle a celebrar los resultados. Si lo hicieron, encima y a pie de escenario, representantes de Comuns, Más Madrid e Izquierda Unida. 

Tampoco tenían mucho que celebrar. Podemos ha pasado de tener 23 diputados en el Congreso a cinco. Incluso hay más diputados del PCE (6) que de Podemos. Conscientes de que Podemos solo tiene el ruido mediático, en Sumar tratan de marcar agenda y evitar que entre los suyos se cambie el mensaje. No es baladí que este lunes Urtasun ya hablara de un acuerdo programático y del reparto de carteras del posible próximo Gobierno.

Saben que no será fácil y rápido. El PSOE no tiene prisa y va a dilatar el plazo. Quieren que pase el tiempo, se celebre la victoria y dejar descansar a la ciudadanía de luchas políticas tras seis meses de campaña. Mientras tanto, en Sumar tratan de evitar que se les marque agenda y advierten que no se van a conformar con un reparto de carteras como el de Unidas Podemos hace cuatro años y advierten en privado que no van a aceptar direcciones generales elevadas a ministerios sin ningún tipo de competencias.