La jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor no solo será un acto institucional histórico sino el escenario de la división del Hemiciclo. Una vez más. Este 31 de octubre la heredera al trono va a acudir al Congreso de los Diputados para jurar el artículo 61 de la Constitución, tal y como hizo Felipe VI, sin embargo, su padre se encontró unas Cortes Generales mucho más unidas que en esta ocasión. También más homogéneas. Entonces estuvieron todos los poderes públicos del Estado y la mayoría de los partidos políticos, a excepción de ERC. En el evento de este martes las ausencias van a ser mayores. A los republicanos catalanes se van a sumar Junts per Catalunya, EH Bildu, BNG, PNV y parte de Sumar, quienes han rechazado asistir junto al PSOE. Todo en medio de las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez.

Los socios dicen 'no' a Leonor

Sin sorpresas. Desde hace semanas, casi desde que se conoce la celebración de este evento institucional, los socios independentistas comenzaron a pronunciarse sobre el mismo, y no con giros argumentales. Y es que, como era de esperar, se van a ausentar todos los partidos con ideología separatista y republicana. Concretamente ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, BNG, PNV y parte de Sumar no van a estar presentes en la jura de Leonor. Todos socios del PSOE y en plenas negociaciones para la investidura del candidato socialista. Tampoco va a estar el presidente catalán, Pere Aragonès, y el del País Vasco, Íñigo Urkullu, cargos que sí asistieron en el mismo acto para Felipe VI en el 1986, cuando eran Jordi Pujol y José Antonio Ardanza, respectivamente.

"Cataluña no tiene rey, la monarquía es una institución obsoleta que no ha sido votada por la población", aseguran fuentes de Esquerra Republicana, a lo que EH Bildu añade: "tampoco reconocemos el papel político que algunos otorgan a la Corona". Por su parte, Junts recuerda que "siempre" han votado contra los presupuestos de la Casa del Rey y el PNV argumenta que se trata de un "evento social" con el que "no se siente cómodo" y afirma que "lo único que se pretende trasmitir con esta ceremonia es la continuidad de un modelo con el que no está de acuerdo y que niega el reconocimiento nacional vasco". BNG también coincide en que la jura forma parte de "un ritual que pretende perpetuar la monarquía al margen de la voluntad popular" e insiste en que es una institución "incompatible con un sistema democrático".

Sumar, dividido en dos

Mientras los independentistas se pronuncian en bloque, en Sumar están divididos. En concreto, la formación que lidera Yolanda Díaz ha decidido delegar su representación a los cargos institucionales con una fórmula mixta. Es decir, van a asistir la propia vicepresidenta junto a la portavoz del grupo parlamentario, Marta Lois, y los miembros fucsias que forman parte de la Mesa del Congreso, como son Esther Gil y Gerardo Pisarello. También el ministro de Universidades, Joan Subirats, de los comunes. El resto de siglas que están bajo el paraguas de Sumar no van a acudir: Izquierda Unida, En Comú Podem y Compromís han confirmado que sus diputados no estarán en el acto en la Cámara Baja aunque respetan la decisión de fijar una comitiva institucional de las principales dirigentes de Sumar.

En cuanto a los representantes de Unidas Podemos, fuentes de la formación han confirmado este mismo lunes que tampoco van a acudir. Ione Belarra e Irene Montero, las ministras de Podemos de Derechos Sociales e Igualdad, no asistirán a la jura de la Constitución al entender que se trata de un acto que únicamente persigue "blindar" la institución monárquica. Así lo ha indicado la secretaria de Acción Institucional del partido, María Teresa Pérez, en declaraciones a los medios de comunicación en Alicante, donde ha desvelado que por "convicción democrática" las principales referentes de los morados, al igual que sus cinco diputados, se van a ausentar. El titular de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, tampoco asistirá al considerarla una ceremonia de "exaltación" de la Casa Real.

La pasada semana el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Enrique Santiago, ya avanzó que Sumar iba a estar presente en esta ceremonia por su papel en el Gobierno al tiempo que consideró que los ministros de este espacio deberían acudir, aunque esgrimió que esa decisión le competía a ellos mismos. Con todo, Santigo reiteró que IU es una fuerza republicana que seguirá apostando por la "plena democratización" de las instituciones, también de la Jefatura de Estado, a pesar de asistir. Misma línea que Pisarello, que también afirmó en rueda de prensa que acudiría al evento como había resuelto el partido pero lo haría con la "máxima dignidad republicana" y por su cargo.

El Gobierno minimiza las ausencias

Entre tanto, el Gobierno quiere darle a la jura de la Constitución por parte de Leonor un acto de máxima relevancia, todo en plenas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Y es que, en medio de las críticas de la derecha por dialogar con los que quieren "romper" España -especialmente a cuenta de la ley de amnistía-, el Ejecutivo quiere cerrar filas con la Monarquía pese a las fricciones de sus socios con la institución. "No se nos escapa la carga simbólica de este juramento”, ha sostenido la pasada semana el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, sobre este asunto antes de apuntar que "será una fecha señalada porque es un día en el que se garantiza la continuidad de la Corona en nuestro país".

Cada partido toma sus decisiones

A su juicio, este evento nacional demostrará "la capacidad de la Monarquía de adaptarse a los tiempos" así como que "es capaz de integrar las distintas visiones que conviven en nuestro país", principal argumento de Moncloa para explicar los pactos con los partidos independentistas. Sin embargo, a la celebración acudirán todos las formaciones políticas a excepción de los socios independentistas y los republicanos. Un "no" de los aliados que le pueden volver a sentar en la Moncloa que responde a su no reconocimiento a la Monarquía parlamentaria y a que el Ejecutivo ha intentado minimizar. Precisamente preguntado por ello en rueda de prensa, el ministro de presidencia ha afirmado que a él no le corresponde valorarlo y que "cada partido toma sus decisiones".