El pasado 25 de noviembre el coche del exdiputado socialista en la Asamblea de Madrid y exportavoz del grupo en el Ayuntamiento de la capital, Antonio Miguel Carmona, sufrió pintadas mientras el vehículo estaba aparcado en un garaje en el distrito madrileño de Salamanca. Sobre él, alguien escribió: ‘Vox’.

En declaraciones a ElPlural.com Carmona ya avanzó entonces que la policía se encontraba revisando las cámaras de seguridad para descubrir quién era el vándalo, aunque él tenía claro que, a juzgar por el lema, se trataba de algún simpatizante o militante del partido de la ultraderecha.

Y así ha sido. La cámara de seguridad del garaje captó cómo un coche se adentró en el local, se aproximó al automóvil de Carmona y de él salió una persona que comienzó a pintar el vehículo. 

El indivíduo en cuestión es reincidente, ya que es quien increpó al socialista en una de las calles aledañas y al que este plantó cara, tal y como también recogió en su día este medio. 

El 25 de julio, el exiputado oyó cómo una voz le gritaba a sus espaldas: "Socialista de mierda". Él se volvió y le dijo: "Peor es ser feo". 

Disculpas en lugar de denuncia

Pese a todo, Antonio Miguel Carmona ha llegado a un acuerdo por el cual no presentará denuncia si recibe las disculpas pertinentes. Así se ha zanjado el asunto, dado que, a su juicio, "es mejor recibir disculpas y que me limpien el coche que entrar en un juicio". 

No obstante, si la campaña de acoso continúa, las fuerzas de seguridad "ya saben a quién han de dirigirse", ha precisado. 

"Es mejor hacer las cosas por las buenas. Más culpa tienen aquellos que están crispando el país y provocan que este tipo de gente tenga estas reacciones incomprensibles", ha añadido.

Otras ataques 

Esta no es la primera vez que miembros del PSOE, así como sedes del partido, sufren ataques de estas características.Cuando se llevó a cabo la exhumación de Franco estas acciones se convirtieron en una habitual amenaza para los socialistas desde todo tipo de organizaciones ultras y fascistas. También han proliferado desde que se conformó el Gobierno de coalición y, muy especialmente, ahora, en la  crisis del coronavirus. Numerosas sedes socialistas han aparecido con pintadas de “asesinos”, “traidores” o “terroristas”, e, incluso, con mensajes  mensajes cargados de simbología nazi.