“No merece la pena” y “mercadeo populista” eran algunas de las expresiones utilizadas por Borja Sémper, portavoz del Partido Popular en el Parlamento Vasco, para rechazar de plano un acuerdo entre su formación y Vox para obtener su apoyo en la investidura de Juanma Moreno Bonilla. Apenas ha pasado una semana de esas declaraciones y ya se las ha tenido que tragar. Sémper ha pasado de denunciar el pacto con la ultraderecha a felicitar a Moreno Bonilla por el acuerdo logrado para ser presidente de la Junta.

Nada más trascender que los de Santiago Abascal exigían a los populares derogar la ley contra la violencia de género y dar ayudas para hombres maltratados, Sémper fue uno de los dirigentes del PP que alzaron la voz (no fue el único, el PP gallego de Alberto Núñez Feijóo hizo lo propio).

El portavoz parlamentario del PP Vasco criticó que un pacto con Vox rompía “los grandes consensos de estabilidad, pacto constitucional y concordia nacional", al tiempo que señalaba que no se debía retirar “ni un céntimo” de la partida presupuestaria en la lucha contra la violencia de género: “Hay cosas con las que no se puede jugar ni pueden estar sujetas al mercadeo populista".

Asimismo, insistió en que "el PP debe buscar el entendimiento con otras formaciones con las que comparte esos principios y debe tener claro que debe alejarse de ese partido populista. Somos diferentes". Eso sí, matizó que, si finalmente se sumaba al pacto, “bienvenido sea”. Y en efecto, les ha dado la bienvenida.

Ayer miércoles, el secretario general del PP, Teodoro García Egea; su homólogo en Vox, Javier Ortega Smith; y sus respectivos candidatos Juanma Moreno y Francisco Serrano escenificaron su acuerdo.

Apenas ha pasado una semana de la denuncia de Sémper, quien ha tornado sus críticas en ovaciones. A través de su cuenta de Twitter ha felicitado a Moreno Bonilla por el acuerdo “con Ciudadanos”, obviando que su formación gobernará también con un pacto paralelo con Vox. Y como era de esperar, las redes sociales bien se lo han recordado.