Estamos entrando en una fase crucial para poder conocer qué pasará con la izquierda a la izquierda del PSOE. Incertidumbre, crisis, falta de acuerdo. La eterna lucha de la izquierda y su idiosincracia. Mientras unos discuten sillones, cargos, ideas, y pelean por quién es más de izquierdas, la derecha se une, como formación romana, y entra al combate. Y algo así pudimos comprobar en las elecciones del pasado 28 de mayo.

El caso de Huesca en las elecciones municipales debe servir de ejemplo para dejar atrás egos, prejuicios y envidias. Fuera del PSOE, la izquierda oscense se dividió en varias formaciones y ninguna fue capaz de llegar al 5% de los votos. Por ende, ninguna obtuvo representación en el Ayuntamiento. La izquierda consiguió 11.871 y la derecha, 11.876. ¿El resultado? Con solo cinco votos más, PP y Vox se han llevado 15 de 25 concejales. Esto es lo que pasa cuando la izquierda no se une. Que se aprovecha la derecha. Y en el contexto de la España de 2023 existe un concepto con el que no se debe jugar: la ultraderecha. 

Última semana

La normativa electoral marca que las coaliciones estén registradas el próximo 9 de junio para afrontar el adelanto electoral y tener a punto la reagrupación a la izquierda del PSOE, uno de los objetivos de Yolanda Díaz con el lanzamiento de su candidatura y que trató de mostrar en el acto del 2 de abril en el polideportivo Magariños.

Así, los contactos se extienden a formaciones como Podemos, IU, En Comú Podem y Alianza Verde (que forman parte del actual espacio de Unidas Podemos) y a otros partidos ajenos como Compromís, Más Madrid-Más País, Chunta aragonesista, proyecto Drago, Verdes Equo, Batzarre o Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), entre otros.

De esta manera, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, se mostró el pasado viernes optimista respecto a las negociaciones que mantiene con una quincena de formaciones progresistas, para proclamar que "sin lugar a dudas habrá acuerdo", dejando claro que es necesario la discreción para que el proceso fructifique.

Podemos intenta animar a sus filas

Tras el fracaso electoral el pasado 28M, Podemos ha perdido fuerza. A pesar de contar con varios ministerios, es evidente que la formación de Ione Belarra e Irene Montero ha dejado de contar con apoyo popular. España no les respalda y en cada proceso electoral, su agonía es más evidente. Yolanda Díaz es una figura ilusionante y despierta simpatías. Y ya no tiene las mismas fuerzas a la hora de negociar.

Las dos lideresas del partido Morado y el portavoz en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, han tratado este domingo de levantar los ánimos a sus filas.  "Hemos perdido una batalla, pero no la guerra", ha aseverado Belarra en una publicación en su perfil de Twitter, en la que ha tildado de "anomalía histórica" que una fuerza política como la suya haya "llegado al Gobierno de España en diez años".

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha aplaudido que "a veces bajo un sol radiante" y "las más de las veces bajo una noche sin luna", Podemos ha estado "siempre en equipo y siempre empujando un país más feminista, más justo, con derechos, más democrático". "Salimos siempre a ganar, y cuando no lo conseguimos, lo volvemos a intentar", ha clamado la también ministra de Igualdad.

Del mismo modo, Echenique ha compartido el mensaje de Belarra y ha subrayado que Podemos no es "una consultaría, ni un gabinete de imagen, ni una anécdota". "Somos la rebeldía española, somos el hilo rojo y morado que recorre la historia, somos los que han conseguido más que nadie en 40 años, somos los que cometen errores pero nunca se equivocan de bando", ha sentenciado.

Durante la semana, el exvicepresidente Pablo Iglesias advirtió de que sería un "fracaso" para Díaz y todas las formaciones si no se consigue la unidad y advirtió que esa negociación no se puede enfocar como una especie de "los juegos del hambre", donde se aspire a imponer la "venganza" y "humillación" a Podemos y sus dirigentes.