La fragmentación es un mal histórico en la izquierda. Demostrado ha quedado a lo largo de los periodos democráticos españoles que la desunión en el bloque de la izquierda tiene una repercusión negativa en su resultado electoral. Una vez más, esto ha vuelto a quedar patente y el ejemplo más claro es Huesca, un territorio en el que se ha perdido el 20% de los votos al no conseguir el mínimo para obtener representación.

En concreto, en la ciudad de Huesca el Partido Popular ha salido vencedor con doce concejales que, sumados a los tres que ha conseguido Vox podrán arrebatar la alcaldía al PSOE, después de que sea el único partido de izquierdas en obtener representación con 10 concejales.

En la capital de provincia, Podemos, Izquierda Unida, Equo y Chunta no han conseguido entrar en el Pleno al no llegar al 5% de los votos. Podemos ha sacado un 4,7%, Izquierda Unida un 4,5%, Equo un 4,3% y Chunta un 4,4%, con lo que ninguno ha entrado porque el mínimo exigido es el 5%, con lo que se ha perdido un total del 17,9% del total de los votos.

Es decir, casi un 20% de voto a la izquierda del PSOE ha conseguido cero escaños y, por el contrario, se ha dibujado una clara mayoría de Partido Popular con Vox.

De haber concurrido juntas, los votos de estas cuatro candidaturas de izquierda en Huesca habrían sumado 4.390 votos que se hubieran traducido en 5 concejales. Con este resultado, la izquierda tendría posibilidades de formar gobierno e impedir una coalición del PP con la ultraderecha.

La izquierda a la izquierda del PSOE se hunde

Esto es extrapolable al resto del país, ya que la izquierda a la izquierda del PSOE se ha hundido, y con ello, ha lastrado al PSOE en un gran número de localidades, que no pueden sumar más que las dos fuerzas de la derecha unidas.

Para ser más precisos, solamente Más Madrid ha logrado aguantar el tipo -aunque estos han estado a punto de perder el liderazgo de la oposición en la Comunidad de Madrid en favor del PSOE-. En este sentido, Podemos ha vuelto a sufrir un duro batacazo electoral. Los morados han firmado su defunción precisamente en la Comunidad de Madrid, la misma región que les vio nacer. Ni en la Comunidad, con Alejandra Jacinto al frente ni en el Ayuntamiento de la capital, con Roberto Sotomayor, ha conseguido Podemos llegar al 5% de intención de voto, perdiéndose decenas de miles de votos por el camino.

El mismo caso ocurre en la Comunidad Valenciana y en el Ayuntamiento de Valencia, donde ni Héctor Illueca ni Pilar Lima, respectivamente, han logrado llegar al 5% de intención de voto.

La división de la izquierda y el lastre que supone esto ha quedado más que patente en Sevilla, donde Con Andalucía y Adelante Andalucía decidieron finalmente presentarse por separado. ¿El resultado? Los morados han logrado dos escaños, mientras que Adelante Andalucía se ha quedado fuera del parlamento de la capital hispalense, nuevamente perdiéndose por el camino 12.000 votos.

También desaparece Podemos en Zaragoza, al no lograr ningún concejal frente a los dos que logró en 2019, e Izquierda Unida, que se presentó separada de la formación morada en la capital aragonesa en la marca 'Zaragoza en común', baja de tres a dos ediles. En Murcia, la formación morada queda extraparlamentaria frente a la mayoría del PP.

Peor es la situación en Cádiz, con Podemos sin lograr ningún concejal en el Ayuntamiento. Los 'morados' se descolgaron en el último momento de un acuerdo con Adelante e IU, que tampoco consigue retener el poder que ostentaba desde 2015 José María González 'Kichi', y pierde más de la mitad de los ediles que consiguió en 2019 (pasan de 13 a seis).

Un hundimiento del que tampoco se libran marcas consolidadas como Compromís o Barcelona en Comú. En el caso de la Comunidad Valenciana han logrado 15 escaños, quedándose como tercer partido más votado (junto a Vox), muy lejos de PP y PSOE. Idéntico escenario ocurre en Valencia capital, donde Compromís ha obtenido nueve escaños, uno menos que en 2019.

En el caso de Barcelona en Comú, los de Colau también han sufrido un batacazo inesperado, siendo superados tanto por el Junts de Xavier Trias como por el PSC de Jaume Collboni.