Las selecciones de fútbol han cedido a la amenaza de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y no llevarán el brazalete LGTBI durante los partidos del Mundial de Fútbol de Qatar. Las federaciones nacionales de Inglaterra, Gales, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Suiza han emitido un comunicado conjunto para denunciar que la organización internacional pretende imponer sanciones deportivas como una tarjeta amarilla a los capitanes que lo porten y, por ello, han dejado a un lado su compromiso con los derechos LGTBI mediante la exhibición de este elemento con los colores arcoíris, los cuales componen la bandera del colectivo que representa la diversidad sexual y de género.

Desde el acuerdo al que llegaron las mencionadas selecciones de fútbol nacionales hace un mes, representantes de estas organizaciones deportivas afirmaron que no cederían ante una posible sanción de la FIFA por reivindicar los derechos humanos, en concreto los de la población LGTBI, a través de un brazalete portado por sus respectivos capitanes con los colores de la bandera arcoíris. Incluso, las distintas federaciones se plantearon asumir una posible multa por parte de la institución de fútbol internacional para plantarse ante el ataque a los derechos, entre otros, de diversidad sexual y de género en el país donde se celebra este mundial de fútbol, Qatar, pero finalmente no ha sido así llegado el momento

El presidente de la selección del Reino Unido, Mark Bullingham, ya había advertido este mismo viernes de la posibilidad de que las selecciones fueran sancionadas, ya que hasta el momento no habían recibido ninguna respuesta tanto por parte de la FIFA como de la organización del Mundial de Qatar. Tan solo dos días antes del comienzo del evento deportivo, el dirigente del ente federativo británico dio la voz de alarma sobre una futura amenaza y, efectivamente, este lunes ha llegado.

Las selecciones ceden a la amenaza de la FIFA por el brazalete LGTBI

Las selecciones de fútbol de Inglaterra, Gales, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Suiza han denunciado la amenaza de la FIFA en un comunicado conjunto y han sobrepuesto su intención anunciada hace unas semanas para reivindicar los derechos humanos, concretamente los LGTBI, con sus capitanes portando un brazalete color arcoíris durante el Mundial de Qatar. “El capitán de Inglaterra, Harry Kane, no puede usar el brazalete One Love debido a la amenaza de sanción deportiva de la FIFA”, ha publicado la selección inglesa en un comunicado en línea con otras federaciones internacionales con este propósito.

“La FIFA ha sido muy clara en que impondrá sanciones deportivas si nuestros capitanes llevan los brazaletes en el terreno de juego”, ha proseguido sobre la intención de la FIFA ante la reivindicación por los derechos LGTBI sobre el campo del Mundial de Qatar. “Como federaciones nacionales, no podemos poner a nuestros jugadores en una posición en la que puedan enfrentarse a sanciones deportivas, incluidas las amonestaciones, por lo que hemos pedido a los capitanes que no intenten llevar los brazaletes en los partidos de la Copa Mundial de la FIFA”, ha añadido la misma nota de prensa del ente federativo de fútbol de Inglaterra.

Estábamos preparados para pagar las multas que normalmente se aplicarían a las infracciones de las normas del kit y teníamos un firme compromiso de llevar el brazalete. Sin embargo, no podemos poner a nuestros jugadores en una situación en la que puedan ser amonestados o incluso obligados a abandonar el terreno de juego”, ha concluido la selección inglesa en su comunicado para añadir al final su reivindicación de los derechos LGTBI fuera del terreno de juego: “Nuestros jugadores y entrenadores están decepcionados: son firmes defensores de la inclusión y mostrarán su apoyo de otras formas”.

Por su parte, la federación de fútbol de Países Bajos ha revelado el método de sanción: “La FIFA nos ha dejado claro oficialmente que el capitán recibirá una tarjeta amarilla si lleva el brazalete OneLove. Lamentamos profundamente que no haya sido posible llegar juntos a una solución razonable”. “Defendemos el mensaje OneLove y continuaremos difundiéndolo, pero nuestra prioridad número uno en la Copa del Mundo es ganar los juegos”, ha sentenciado la selección del país europeo sobreponiendo los derechos humanos, en este caso los LGTBI, a su éxito en una competición deportiva.