Los ecos de la manifestación contra el Gobierno de Pedro Sánchez de este sábado aún colean. Que simpatizantes ultraderechistas que blandían banderas pre constitucionales se presenten como los defensores de la Carta Magna y la españolidad es un oxímoron que han aprovechad desde Unidas Podemos para atizar a los partidos que la apoyaron. El diputado de Izquierda Unida, Enrique Santiago, ha sido especialmente afilado al advertir “cierta esquizofrenia” en PP y Vox.

El dirigente morado ha recordado que tanto Génova como la formación liderada por Santiago Abascal atesoran poderosos vínculos con el franqusimo. El primero fue “fundado por franquistas”; y el segundo, muestra sintonía con el dictador, por lo que “es un partido claramente franquista”. En consecuencia, considera que “se demuestra cierta esquizofrenia” cuando formaciones que comparten ideales autoritarios reivindican la Constitución.

Desde el PSOE también se ha censurado el rol del PP en la concentración. Feijóo, que es más de pisar alfombra que losa fría, no estuvo, pero sí mandó a los suyos. De hecho, su número dos, al secretaria general y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, ha respaldado en la mañana de este lunes la concentración. La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha lamentado que el gallego se dedique a hacer “oposición inútil”. “Cuando uno no tiene alternativa y tiene muy difícil justificar algunas acciones, pues está en este tipo de movilizaciones y actos”. Y ha remachado: “Por cierto, dándose la mano con algunos que dice que no se la quiere dar”, en referencia a Vox.

La ministra portavoz no ha querido entrar en mayor detalle, alegando que el Ejecutivo se encuentra “en otro escenario” mientras que “hay una oposición inútil que se dedica a esto”. Lo que sí ha hecho es aconsejar al PP que acepte el resultado electoral y dejen de cuestionar el sistema mientras.

Que gobierne el más votado

El objetivo nuclear de la manifestación de Cibeles era echar a Sánchez. Bajo el lema Por España, la democracia y la Constitución, los asistentes se fundieron al grito de “traidor”, “dictador” o “fascista”. El PP ha aprovechad la coyuntura para, al calor de estos mensajes, recuperar la cantinela sobre la lista más votada.

Feijóo ha presentado este lunes en Cádiz el plan de calidad institucional que anunció a finales de año. Uno de los ejes sobre los que descansa su propuesta es que se deje gobernar a la lista más votada. Se trata de una propuesta lanzada por la derecha ante la imposibilidad de articular una mayoría parlamentaria al bloque de la investidura. El resto de formaciones rápidamente la rechazaron. El portavoz parlamentario del Grupo Socialista la calificó de “broma”, pues el planteamiento les conviene “siempre y cuando sea la suya”. “Lo saca cada vez que está en riesgo que ellos gobiernen en algunos sitios”, ha sentenciado.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, ha razonado que Feijóo revela su “enorme debilidad” porque todos los españoles saben que no puede llegar al Ejecutivo sin Vox. En la misma línea, Enrique Santiago, quien ironiza con que “no sabe qué hacer para justificar cualquier tipo de gobierno con la ultraderecha”.

Gamarra ha salido a defender a su líder justificando que “posiblemente a lo que tenga miedo Sánchez es a no ser la lista más votada”. “Eso es ya una realidad y la tiene que asumir”, ha abundado en declaraciones a los medios en el Congreso de los Diputados.