El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado este lunes su segunda gira a Oriente Próximo desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, en esta ocasión con paradas en Jordania, Arabia Saudí y Qatar. Se trata de tres países muy influyentes en esta región y a los que el Ejecutivo considera interlocutores esenciales para avanzar en el plan de reconocer el Estado palestino y la celebración de una conferencia de paz que permita resolver la crisis de fondo. De hecho, este ha sido el mensaje que ha llevado desde antes de aterrizar: que la Comunidad Internacional dé el paso de apoyar la consideración de Palestina como país con la resolución del conflicto con Israel como objetivo principal.

Sánchez pide reconocer a Palestina

De esta forma, Sánchez, que ya viajó el pasado mes de noviembre a Israel, Palestina y Egipto y en diciembre a Irak, ha llegado de nuevo a la zona después de que el Consejo de Seguridad de la ONU reclamase por primera vez un alto el fuego inminente en Gaza durante la celebración del Ramadán, un punto de inflexión que el Gobierno confía en poder aprovechar para promover avances a corto plazo y también empezar a hablar del postconflicto. Su aterrizaje se ha producido también pocas horas después de confirmar la autoría por parte de Israel de un nuevo bombardeo a Damasco, en esta ocasión sobre la embajada de Irán en la capital de Siria.

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Según diversos periodistas presentes durante el vuelo, el jefe del Ejecutivo ha querido mostrar su confianza en que, tras el paso dado por del Consejo de Seguridad de la ONU, en las próximas semanas se sucedan movimientos trascendentales "a nivel multilateral" que puedan dar la bienvenida a un nuevo horizonte. De hecho, como ha publicado elDiario.es, ha señalado abiertamente "este semestre" como el plazo temporal máximo en el que cree que debe abordarse el reconocimiento de Palestina como Estado. Eso sí, ha sostenido que España está dispuesta a ello siempre y cuando se cumplan dos "condiciones": que nuestro país no se quede sola en ese objetivo y que este sirva para la resolución de la guerra en Gaza de forma definitiva.

En este sentido, el Gobierno ya ha pactado con Irlanda, Eslovenia y Malta -cuyos dirigentes han mostrado su disposición a seguir los mismos pasos que España- un próximo reconocimiento del Estado palestino. Según fuentes oficiales, actualmente solo queda por concretar cuándo se hará y se tendrá en cuenta el momento más conveniente para que sirva de catalizador para otros avances. Asímismo, Sánchez quiere tratar con otros países árabes también el reconocimiento de Israel, pendiente por ejemplo en el caso de Arabia Saudí o Qatar. Así, el Gobierno aboga por una Autoridad Palestina capaz de asumir el control de ese futuro Estado, contando con que Hamás no puede ser parte de la solución, y plantea una conferencia de paz que ya cuenta con el aval de cerca de 90 países, aunque no se ha concretado más su ejecución.

Una extensa agenda

Según el citado medio, fuentes del Ejecutivo explican que el principal motivo del viaje oficial de Sánchez a Oriente Próximo en este contexto es "ver qué piensan los principales países árabes sobre las posibles vías de salida" a este conflicto. "Nosotros abogamos por una conferencia de paz, el reconocimiento del Estado palestino y un acuerdo para la liberación de rehenes", sostienen. Cabe destacar que está previsto que en la escala en Jordania se incluya un gesto público de apoyo a la labor de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), que el Gobierno de Netanyahu planea cerrar. De hecho, Sánchez visitará este martes a primera hora el campo de Jabal el Husein, acompañado de Natalie Boucly, la número dos de la organización.

Durante el viaje, Sánchez también tiene previsto recorrer la Ciudadela de Amán, reconstruida con fondos de la cooperación española, así como mantener encuentros bilaterales con el rey jordano Abdalá II, que visitó España en dos ocasiones en 2023; en Arabia Saudí, en Yeda, hará lo propio con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, y en Qatar lo hará con el emir, Tamim bin Hamad Al Thani, y con el primer ministro y responsable de Exteriores, Mohamed bin Abdulrahman al Thani. Todo ello con vistas, entre otras cosas, a alcanzar la firma de un memorando de entendimiento que dote de contenido al actual nivel de las relaciones bilaterales, elevadas en el año 2022 al concepto de asociación estratégica.

Ante todos va a hacer hincapié, según aseguran los distintos medios que ha sostenido el propio Sánchez durante el vuelo oficial, en "la defensa de una política exterior pacifista" frente a la "escalada verbal" de otros dirigentes internacionales, a los que el presidente no ha mencionado expresamente pero de los que se ha querido desmarcar respecto a cualquier postulado belicista, como es el caso de Emmanuel Macron y su idea de llevar tropas. A lo largo de su agenda, Sánchez también mantendrá un encuentro con mujeres relevantes en diversas disciplinas, como son la política, la economía, la cultura, el deporte o la ciencia.

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Telefónica, el segundo objetivo

En el marco de este viaje, tanto en Qatar como en Arabia Saudí, Sánchez tiene previsto reunirse con representantes de empresas españolas con intereses en estos países. Y es que solo en Arabia Saudí, estas compañías han sido adjudicatarias en la última década de contratos por valor de 17.000 millones de euros, lo que para el Ejecutivo evidencia la importancia de las relaciones económicas bilaterales. Eso sí, fuentes oficiales dejan claro que la entrada de la saudí STC en el accionariado de Telefónica no representa un tema prioritario del viaje, aunque el presidente del Gobierno estaría preparado para tratarlo si la otra parte lo saca a colación.

El Ejecutivo considera que su posición es ya sabida y enmarca dentro del interés estratégico por esta gran empresa la compra de una participación del 3% a través del Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con vistas a llegar hasta el 10%. Ahora Moncloa está pendiente de los pasos de la parte saudí, que debe pedir una autorización para llegar también por su parte al 9,9 %, fruto de un compromiso que anunció por sorpresa a finales del mes de septiembre. En este sentido, fuentes oficiales aclaran que el Ejecutivo no revelará si STC ya ha solicitado la autorización y se limitará al anuncio sobre el aval o el rechazo de dicha petición en Consejo de Ministros.

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