El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha urgido a la oposición y a sus socios en el Gobierno y en el Congreso a hacer una reflexión sobre la pertenencia a la OTAN y la seguridad de las fronteras de Ceuta y Melilla. A los primeros, al Partido Popular en concreto, le ha pedido responsabilidad para aparcar su “negacionismo destructivo” y facilitar la llegada de dos buques destructores estadounidenses a la base de Rota. A los segundos, tanto a Unidas Podemos como al resto de formaciones sobre las que descansa la gobernabilidad desde su investidura, ha solicitado que mediten sobre su postura con respecto a los episodios violentos en la frontera sur que se han saltado con una treintena de muertos.

En una entrevista en la Cadena SER, el líder del Ejecutivo ha manifestado su inequívoca intención de situar la defensa y la seguridad de las ciudades autónomas españolas en el epicentro del debate de la cumbre de la OTAN. Sánchez ha razonado que “es evidente que Rusia está expandiéndose por África”, en concreto, en la zona del Sahel, y por tanto “debemos anticipar esas amenazas y poner en marcha estrategias que nos permitan responder de manera eficaz”; precisando que la migración violenta no es su única consecuencia: “También se definen como amenazas el terrorismo, el cambio climático y sus efectos migratorios, la inestabilidad política…”.

Preguntado por las escenas del pasado fin de semana y sus más que desafortunadas declaraciones en las que dijo que el salto a la valla de Melilla se había resuelto “razonablemente bien” cuando las cifras de muertos oscilan en torno a la treintena, Sánchez ha justificado que “hay que ser empático”, pero también proteger las fronteras.

“Tenemos que ser empáticos, pero también pido que nos pongamos en los zapatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 40 guardias civiles fueron heridos y más de 100 gendarmes marroquíes resultaron heridos y hubo muertos entre la gendarmería”, ha explicado.

En este sentido, ha insistido en que “para evitar estas tragedias tenemos que trabajar en Sudán, país del que provienen muchos de esos migrantes, que es lo que hemos defendido siempre, que la política migratoria no puede ser solo una política de frontera, hay que trabajar en los países de origen y de tránsito”.

Sánchez ha lamentado que sus polémicas declaraciones las realizó cuando “no conocía esas imágenes”, pero con todo, procura ponerse “en la piel de todos” y no olvidar que “España es el único país de la Unión Europea que tiene frontera terrestre con África”. “El drama de la política migratoria regular es complejo y no podemos verlos con un prisma, tenemos que verlo desde un punto de vista transversal”.

Sobre la posibilidad de articular una investigación independiente que dilucide lo ocurrido, ha esgrimido que ya hay tres investigaciones abiertas en las que colaborará: la de la Fiscalía de Nador, la de la Fiscalía General del Estado y la del Defensor del Pueblo.

Se encomienda al PP

El presidente del Gobierno ha puesto deberes también a Alberto Núñez Feijóo, a quien le ha instado a abandonar “esa oposición destructiva y negacionista” y facilitar con su ayuda que el trámite que debe atravesar el acuerdo con Joe Biden para reforzar la presencia militar en la base de Rota no se vea truncado.

Durante su encuentro con el presidente de Estados Unidos, a quién Sánchez describe como alguien “afable”, acordaron actualizar la declaración conjunta que regula las relaciones bilaterales. Aterrizando a la realidad este gesto, dos buques destructores llegarán a Rota. El líder del Ejecutivo cree que no habrá ningún problema y el Congreso dará su aval. “Estoy convencido de que lo vamos a sacar”, ha dicho, admitiendo que espera contar con los populares: “No habrá problema”. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ya ha avanzado que estarán a la altura.