Madrid acapara esta semana todos los focos con motivo de la celebración de la cumbre de OTAN de los días 29 y 30 de junio. Tal es el interés generado, tanto para sus defensores como para sus detractores, que hace pocas semanas surgió la Plataforma por la Paz OTAN No, creada ex profeso para el canalizar el rechazo hacia la Alianza Atlántica. Izquierda Unida impulsó junto a otros colectivos esta suerte de contracumbre que concluyó el pasado domingo con una manifestación y la lectura de un manifiesto. Sobre todo ello hablamos con Willy Meyer, ex eurodiputado de IU y uno de los portavoces de la plataforma.

Pregunta: Quiero comenzar preguntándole por el fin de semana. La Plataforma Estatal por la Paz OTAN No celebró una manifestación y una suerte de contracumbre a la que albergará Madrid esta semana. ¿Qué conclusiones sacaron? ¿Cuántas personas participaron? La Delegación del Gobierno dio unos datos y ustedes otros muy distintos. ¿Qué lectura hace?

Repuesta: Hemos estado todo el fin de semana. Viernes y sábado, en CCOO de Madrid, realizamos la cumbre por la paz. Tenía como objetivo contribuir a nivel internacional a empezar a construir un modelo alternativo de seguridad. Confluimos el viernes y sábado con distintos paneles de debate con participación internacional del Foro de Sao Paulo, del Partido de la Izquierda Europea, del Transform, distintas fundaciones europeas, con la idea de efectivamente construir un modelo de seguridad desmilitarizado y corporativo compartido en la perspectiva de dar una seguridad humana. Lógicamente, en contraposición de la cumbre que se va a celebrar en Madrid por parte de la OTAN, que va a aprobar un concepto estratégico nuevo que es 360 grados OTAN, que significa que van a poder intervenir en cualquier parte del mundo sin la autorización expresa del Consejo de Seguridad y aumentar el gasto militar en un 2%. Entonces, la cumbre nuestra por la Paz trabajaba en el sentido totalmente contrario, desmilitarizar la seguridad, avanzar hacia una seguridad compartida y una reducción drástica del gasto militar para dar seguridad a lo que crea realmente inseguridad en el mundo, que es el hambre, la pobreza, la desnutrición, la enfermedad, la desigualdad, el empleo, la falta de agua potable… Esta es una alternativa. Yo creo que hemos conseguido concluir la cumbre el sábado con una declaración final importante y con un compromiso de todos los participantes para contribuir a esa alternativa.

En cuanto a la manifestación, fue un éxito total. Es de risa la cifra que ha dado la Delegación del Gobierno. La verdad es que el Gobierno está en una fase publicitaria. Yo daba la cifra de la participación y automáticamente salieron unas declaraciones de la ministra de Defensa diciendo que ellos también son pacifistas. Es una broma, porque la OTAN ha intervenido en contra de la Carta de las Naciones Unidas en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak o en Libia.

P: Han mentado dos asuntos que son puntos nodales en la cumbre: aumentar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB y actuar sin el consentimiento del Consejo de Seguridad. Me genera, igualmente, cierta curiosidad que la contracumbre no coincida en el tiempo con la cumbre.

R: Porque entendemos que va a haber un nivel de seguridad altísimo y queríamos tener una cumbre que concluyera en una gran manifestación; por lo tanto, no queríamos colisionar con todo el aparataje de seguridad que va a haber en Madrid estos días.

P: No han pedido, por tanto, una manifestación en estos días. ¿Sospecha que les concederían permiso, como ha ocurrido con otros grupos?

R: No creo. No creo.

"La OTAN ha intervenido en contra del Derecho Internacional, como ha hecho Putin"

P: Uno de los asuntos que se va a abordar en la cumbre es la seguridad de Ceuta y Melilla. ¿Qué opina al respecto?

R: Ya que hablamos de Melilla, quería aprovechar para condenar claramente la masacre que se ha producido. Hay que exigir por parte de la Unión Europea y el Gobierno que se pida una investigación imparcial y que se depuren responsabilidades. Estamos hablando de una masacre que en parte es consecuencia de haber militarizado todo lo que son las fronteras sur y por lo tanto todas esas cifras que se producen de muertes y muertes y muertes de gente joven africana que huyen de la guerra de la parte de Libia, de la parte del Sahel, es consecuencia de una política totalmente errática y equivocada en relación al derecho humano de la inmigración. Lo que quiere hacer en ese nuevo concepto estratégico de 360 grados es algo que, como usted bien decía, ya hace la OTAN. La OTAN desde 1999, ataca Yugoslavia. En aquel momento el presidente de turno de la Asamblea General, el canciller Opertti que presidía la Asamblea General, hizo unas declaraciones diciendo que se estaba produciendo en ese mismo momento un golpe de Estado internacional contra las Naciones Unidas. Además, que no quería pasar a la historia como el presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas que consintió es el golpe de Estado. Pero es que, en el 2004, Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, calificó la intervención de Irak como una guerra ilegal. A partir de ahí, la OTAN ha tenido siempre las manos libres para intervenir en cualquier parte del mundo y ahora lo va a ratificar hacia África. Por primera, en un concepto estratégico apunta al Sur, aunque podría haber intervenido también, como lo ha hecho en Irak o Afganistán, o en Yugoslavia. No deja de ser una senda que nosotros creemos que es totalmente equivocada.

P: ¿Por qué ‘no’ a la OTAN? Esta plataforma se ha creado ex profeso para ello.

R: La OTAN es un obstáculo para la paz y el ejemplo más claro es la reciente y desgraciada guerra en Ucrania. En 1990 se aprobó en la Carta de París, que era en la Conferencia de Seguridad y Cooperación lo que es hoy es la Organización de Seguridad y Cooperación para Europa, la OSCE; un documento muy, muy importante por parte de Estados Unidos, entonces la Unión Soviética, Canadá y toda Europa. Suponía ir hacia un modelo de seguridad compartido en Europa, sobre la base elemental de que se tiene que tener una seguridad no solo de la inseguridad de otros, sino que tenemos que darnos seguridad entre todos. Además, sobre la base del respeto a la soberanía nacional de los Estados, el respeto a los Derechos Humanos, etcétera. Pero en el año siguiente, 1991, en la cumbre de Roma de la OTAN, aprobó toda una estrategia en contra de lo aprobado en París por esa seguridad compartida hacia la desmilitarización. Y no solamente eso, sino que el compromiso que adquirió Reagan con Gorbachov de que la OTAN no se ampliaría hacia los países que conformaban entonces los países del socialismo real, se incumplió; de manera que todo lo que rodea o rodeaba a la Federación Rusa en estos momentos forma parte de la OTAN, pero además con armamento sofisticado, con escudos antimisiles, con despliegue de misiles, etcétera. Eso es lo contrario a lo que hay que hacer. Y por lo tanto la OTAN es un obstáculo para la paz porque ha intervenido en contra del Derecho Internacional, como ha hecho Putin. Putin ha intervenido en Ucrania, como intervino la OTAN en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak o en Libia. Hay que parar. Este modelo es un modelo fracasado. Afganistán es el caso más clarividente de hasta qué punto la OTAN es un fracaso. En Afganistán sí intervino para destalibanizar. Y bueno, Estados Unidos abandonó Afganistán y estamos como estábamos, es decir, no ha dado ningún resultado de eso.

P: Y hemos visto, además, cómo los talibanes se han hecho como el poder.

R: Y el armamento que se han quedado… Cualquier país que tenga las manos libres para poder intervenir en cualquier país al margen del Derecho Internacional, y en este caso un compendio de países a través de la OTAN, es un obstáculo serio para la paz y para el desarme.

P: Habla usted de este modelo caducado de seguridad. Habría que trabajar en uno nuevo, lo cual exige un cambio de paradigma. Requiere de mucho tiempo. Entretanto, surgen otros conflictos bélicos como el de Ucrania. Está muy bien apostar por la paz y el diálogo, pero la guerra ya ha estallado.

R:  Lo fundamental ahora mismo en la guerra de Ucrania es que toda la acción de la Unión Europea y los Estados miembros se deberían concentrar fundamentalmente en pedir un alto el fuego. En lugar de la vía que se está llevando, sobre todo por parte de los Estados Unidos de armar a Ucrania a sabiendas de que es imposible que Ucrania gane la guerra; lo que tendría que hacer y no lo hace la Unión Europea, ni siquiera el Gobierno de España, es a través del componente del Partido Socialista, porque el otro componente de Unidos Podemos si lo pide, concentrar fundamentalmente toda la acción diplomática en la exigencia de un alto el fuego. Sentar las partes e intentar algo que ya se había probado en la Carta de París y es avanzar hacia una seguridad compartida. Ahí chocamos con los intereses norteamericanos. Norteamérica está feliz con el conflicto de Ucrania. En primer lugar, porque crea una situación para Europa muy difícil por nuestra dependencia energética. Está haciendo negocio Estados Unidos con esta dependencia energética. Y además está feliz porque está haciendo negocio con todo lo que es la industria de armamento. Nuestra lógica no debe ser secundar esa lógica militarista de Estados Unidos. Al contrario, nos deberíamos de preocupar en ser los más interesados en conseguir una seguridad compartida donde la Federación Rusa y Europa esté asegurada. Ahí tenemos que hacer un esfuerzo diplomático muy importante que en estos momentos el señor Borrell no está haciendo.

P: ¿Sospecha que esos negocios de EEUU que menta están relacionados con la decisión del Gobierno de España sobre Argelia y Marruecos?

R: Es todo un paquete. La geopolítica es un contexto global en donde todo se interconexiona. Indudablemente, la traición del presidente del Gobierno español sobre el pueblo saharaui tiene mucho que ver con el cambio de posición que tuvo Trump en relación al Sáhara, que fue el primero que dio el paso en contra de las Naciones Unidas. En ese momento es cuando el presidente del Gobierno envía la carta a Marruecos secundando su iniciativa. Suceden dos cosas. Primero, además de lo equivocado que está al traicionar al pueblo saharaui, porque la responsabilidad de la administración de la descolonización es española. Segundo, porque va en contra de la resolución de las Naciones Unidas, que plantea una solución satisfactoria para ambas partes sobre el reconocimiento del derecho a la autodeterminación. A partir de esa toma de decisión del presidente del Gobierno, lo que hace es cerrar la posibilidad de tener una buena relación con Argel, que es el país del que dependemos energéticamente a través del gas. Y todo eso se va encadenando, encadenando y se va creando un conflicto serio hasta la masacre de Melilla, que tiene que ver también con ese acuerdo innoble al que ha llegado el presidente del Gobierno con Marruecos.

"EEUU arma a Ucrania a sabiendas de que es imposible que gane la guerra"

En esta nueva geopolítica y en el nuevo contexto que estamos viviendo, en esa disputa de hegemonías entre Occidente y la República Popular China, lo que habría que trabajar es para evitar lo que algunas personas han calificado como la trampa de Tucídides. Una trampa de Tucídides es cuando una potencia emergente tensiona la situación frente a la otra, la potencia realmente existente en este caso Estados Unidos y China, y que inevitablemente la trampa de Tucídides te lleva a decir que esa disputa se tiene que resolver militarmente, como fue Esparta y Atenas.

Hay que escapar de esa trampa. La única manera de resolver esa geopolítica, en el sentido de que no termine en guerra, es apostar por una seguridad compartida donde todo el mundo esté seguro apuntando hacia el desarme total. Es decir, el informe de Palme que se presentó en su momento en Naciones Unidas es un informe que defendía con políticas pragmáticas llegar al punto cero de armamento y, por lo tanto, en un periodo que se llama transarme, que como usted bien decía, una transición de un sistema de seguridad a otro necesita de una transición, de un tiempo.

P: Ustedes fijan el punto cero de ese desarme total en la detención de la producción armamentística y la paralización absoluta de las exportaciones, máxime cuando se trata de países en guerra.

R: Efectivamente. Es respetar el Código de Conducta de las Naciones Unidas y prohibir la exportación a países o que están en guerra, o que incumplen Derechos Humanos elementales. Pero chocamos con un lobby muy importante, muy fuerte, que es el lobby militar. Ya el presidente Eisenhower, en su momento, antes de abandonar la Casa Blanca, preveía y anunciaba que había que tener mucha atención con el lobby militar norteamericano porque decía que tenía una fuerza extrema y que por lo tanto había que limitar muchísimo el lobby. Y la verdad es que el lobby militar norteamericano es el que está detrás de todo lo que es ahora mismo las exportaciones de Ucrania y hacia otros países en guerra.

"El lobby militar norteamericano es el que está detrás de todo lo que es ahora mismo las exportaciones de Ucrania y hacia otros países en guerra"

P: En su documento también habla de las consecuencias ecológicas y el desastre para el medio ambiente de este modelo de seguridad.

R: Es que hasta hace muy poco la política de la administración norteamericana es no facilitar datos referentes al CO2 y referente a los compromisos de París y de Kioto, etcétera para controlar las emisiones de gases contaminantes. Entonces, toda la industria militar norteamericana estaba excluida de ningún tipo de control. Nos tememos que, lógicamente, esa industria militar no está controlada y tendría una importancia desde el punto de vista industrial muy fuerte. Se están contaminando de forma seria y se están incumpliendo el protocolo de París y de Kioto. Nosotros creemos que toda la toda la industria militar, este, este incremento del 2% del Producto Interior Bruto, va en el sentido contrario a sus compromisos internacionales. Creemos que, al contrario, una reducción drástica del gasto militar, si se emplea como debería emplearse para aumentar la cooperación internacional, para resolver la hambruna que se está creando en estos momentos en África y en otras partes del mundo porque no llegan los cereales que están bloqueados en Ucrania, pues eso significaría apostar por un sistema sostenible, con producciones sostenibles y muy vigiladas y muy controladas para cumplir los protocolos.

P: ¿Habrá acciones futuras que profundicen en esta seguridad compartida?

R: Una de las cosas más importantes que hemos conseguido en la plataforma es encontrarnos con muchas organizaciones diversas pero que hemos sido capaces de trabajar conjuntamente ante un programa de estas características. Greenpeace, Ecologistas en Acción, Movimiento de Objeción de Conciencia, Desmilitariza Madrid, las mujeres del Movimiento Democrático de Mujeres, Rebelión, Izquierda Unida, el Partido Comunista… Hemos sido capaces de buscar lo que más nos une para contribuir a dar una alternativa a la seguridad militarizada. Yo estoy convencido que vamos a tener, desgraciadamente, mucho más trabajo que hacer. En primer lugar, en cuanto se inicie el debate presupuestario y el Partido Socialista Español plantee llegar al 2% del Producto Interior Bruto tendremos que salir otra vez a la calle a reclamar que lo que hace falta son más hospitales, más escuelas, mejores prestaciones sociales y por lo tanto no está este país para incrementar hasta un 2% el gasto en Defensa.