El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado la coyuntura bélica en Ucrania con motivo de la invasión de Rusia para anunciar que elevará al 2% del PIB la inversión en Defensa. España incumple el dictamen aprobado por la OTAN en Cardiff en septiembre del 2014 en el que apremiaba a los países que la integran a elevar sus respectivos gastos hasta el 2%. Los datos oficiales del Ejecutivo sitúan este gasto en torno a los 10.155 millones de euros, un 1,2%. Sin embargo, si Sánchez pretende materializarlo deberá recurrir a la oposición y no así a sus socios, que han rechazado la propuesta.

El coportavoz estatal de Podemos, Pablo Fernández, ha razonado que existen otras prioridades más acuciantes que aumentar el gasto en Defensa. En una entrevista en TVE, ha justificado que, a su juicio, “lo más urgente” es blindar los servicios públicos para dar "certezas" a los ciudadanos en estos momentos de “incertidumbre”. El resto, es “secundario”. No obstante, Aina Vidal, de En Comú Pódem, ha evitado apuntar a que se trata de una “línea roja” para la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE): “Estamos posicionándonos. No vamos a apoyar un incremento de gasto militar”.

En la misma tónica se ha movido el diputado y líder de Más País, Íñigo Errejón, quien en una rueda de prensa en el Congreso ha instado al Gobierno a “centrar sus prioridades”. A su entender, es más urgente invertir en salud mental o en transición ecológica. “Rusia se atreve a invadir Ucrania porque puede, porque Europa es profundamente dependiente del gas ruso. La manera de que Rusia no se lo pueda permitir es trabajar para dejar de ser dependientes”, ha esgrimido, explicando que “la seguridad pasa por la independencia energética”.

Por su parte, la izquierda abertzale también ha rechazado elevar el gasto en Defensa, La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha  insistido en que “si se aumenta, se tiene que rebajar la inversión en necesidades más acuciantes, y ya sabemos quién pierde, las políticas sociales; y quién gana, las empresas armamentísticas”. Con todo, ha admitido que “en esta situación de alarma bélica puede colar mucho más fácil” anuncios de esta índole; pero ha reiterado que “el aumento de gasto armamentístico es algo muy serio y que tiene múltiples y derivadas consecuencias”. Joan Baldoví, de Compromís, ha apuntillado también este argumentario: “Decimos ‘no’ a un aumento en Defensa. Apostamos por un aumento en los ministerios sociales.

ERC, ¿se lo piensa?

El diputado y portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, no ha avanzado cuál sería el sentido del voto de su grupo. Se ha limitado a reflexionar que “lo que está sucediendo nos obliga a las izquierdas a ir más allá de la pancarta”, que “sería lo fácil”. “Es cierto que se está instaurando un dilema o mantra que si tú dices algo así como que un tanque y un arma nunca han solucionado nada eres un adanista soñador. Aquí lo que conviene es ir a los datos. El país se gasta 10.000 millones en Defensa. No me parecen pocos. Hemos tenido dos años de pandemia con centenares de miles de muertos. Después de todo aquello se ha subido bastante poco el presupuesto en Sanidad”. Tras este análisis, ha confesado que la coyuntura, en ocasiones, fuerza cambios de opinión para favorecer el bien común por encima incluso de sus propios principios.

Las derechas, prestas y dispuestas

Al PSOE le quedaría la vía de las derechas. Tanto PP como Ciudadanos han celebrado el anuncio de Sánchez. Cuca Gamarra, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, ha saludado la propuesta: “Le animamos a que siga rectificando, porque cuando rectifica, acierta”.

Prácticamente las mismas palabras ha empleado el portavoz de la formación naranja, Edmundo Bal. “Ya se lo pedí el pasado miércoles”, ha dicho, y ha hecho hincapié en que Podemos se opone “con la que está cayendo”. En este sentido, ha censurado que “no se puede gobernar España” con ministros morados: “Céseles ya”.

No tendrá efectos inmediatos

Para llegar al 2% del PIB, el Gobierno habrá de incrementar el gasto en unos 7.600 millones de euros. No se abordará hasta los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, 2023, e incluso, fuentes socialistas admiten que se elevará de forma progresiva, por lo que podría no alcanzarse el objetivo en la presente legislatura. El portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha explicado que habría que ver cómo se financia: “Se irá diseñando. Habrá que vértebras la arquitectura presupuestaria. No adelantemos acontecimientos”.