El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende unificar voces para que Moncloa, Ferraz y Congreso fluyan al unísono. El líder del Ejecutivo ha acometido no pocos cambios en toda su maquinaria con el objetivo de armarse para encarar la última etapa de la legislatura y prestar batalla a un Alberto Núñez Feijóo que ha tomado la delantera en las encuestas. Para coordinar toda la estrategia, Sánchez ha creado un nuevo núcleo duro, una suerte de guardia pretoriana que proyectará el mensaje a todos los niveles, orgánico, legislativo y ejecutivo.

Nueve son las personas en las que Sánchez confía para tan ardua tarea, cinco de las cuáles son ministros: María Jesús Montero, ministra de Hacienda; la ministra portavoz, Isabel Rodríguez; la ministra de Educación y nueva portavoz del partido, Pilar Alegría, Félix Bolaños, ministro de Presidencia; y Miquel Iceta, de Cultura y Deporte. Óscar López, jefe de gabinete de Sánchez, también integrará esta nueva guardia roja.

La dimisión de Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE por motivos de salud -un embarazo de riesgo- precipitó todas las permutas, generando un efecto dominó que concluirá este sábado en el Comité Federal, cuando Sánchez oficialice la reestructuración.

María Jesús Montero, una de las mujeres fuertes de Sánchez, será su número dos, sustituyendo a Lastra. El exlehendakari y expresidente del Congreso, Patxi López, tomará el testigo de Héctor Gómez como portavoz parlamentario y Pilar Alegría hará lo propio con Felipe Sicilia, asumiendo la portavocía del PSOE. La vacante que deja López como vicesecretario de Memoria Democrática será ocupada por Iceta.

Junto a ellos, estarán Eva Granados; que continuará como portavoz socialista en el Senado; Santos Cerdán, que mantendrá su condición de número tres en la formación; y Patxi López.

Explicar mejor y con más fuerza

Mientras Sánchez resetea el PSOE con un nuevo núcleo duro que modula el mensaje y da las llaves del partido a Montero, Bolaños ha enmarcado los cambios en las portavocías en la necesidad de explicar más y mejor las medidas. La comunicación con la ciudadanía es una falla que ha detectado el presidente, que entiende que las iniciativas no llegan al electorado por el ruido que las derechas provocan para enfangar el debate público.

Es por ello por lo apuestan por vigorizar sus voces en Congreso y Ferraz con dos perfiles con “fuerza” y de inequívoco “discurso socialista”, tal y como ha esgrimido Bolaños en RNE. El ministro de Presidencia cree que el “ruido ensordecedor” cultivado por el PP y por la extrema derecha confunde a la ciudadanía y puede que las medidas debieran explicarse más y mejor: “El esfuerzo que hacemos desde el PSOE en explicar lo que estamos haciendo tiene un rival muy potente, el ruido; y unos beneficiarios, el PP y la extrema derecha”.

Preguntado precisamente por la subida de Feijóo en las encuestas, Bolaños se ha limitado a razonar que los sondeos aportan “la foto de un momento concreto”, asegurando que no están en absoluto preocupados porque “ha habido encuestas en esta misma legislatura que decían que el señor Casado iba a ser presidente y fue defenestrado por sus propios compañeros. Nosotros estamos dedicados a gobernar y cuando haya que votar, los ciudadanos tendrán que decidir”.