Tras tres días de Debate sobre el Estado de la Nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta otra importante jornada para el devenir de la legislatura. Se verá este viernes con el jefe del Ejecutivo catalán, Pere Aragonès, en La Moncloa en lo que será la primera cita después del choque entre ambos por el presunto espionaje con Pegasus, sin expectativa de cerrar grandes acuerdos y como preámbulo de la reunión de la mesa de diálogo, que debe sentarse en dos ocasiones antes de final de año.

Ambos encaran la reunión tras meses de elevada tensión entre el Gobierno central y la Generalitat a causa del presunto espionaje a líderes independentistas, incluyendo al propio Aragonès, y tras varios pasos previos en calidad de encuentros preparatorios entre el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la consejera del ramo, Laura Vilagrà. Concertando hasta dos reuniones en las últimas semanas

El de este viernes será el primer encuentro formal entre Sánchez y Aragonès tras el estallido del caso Pegasus el pasado mes, que enfrió las relaciones entre la Administración y el Govern, y que se saldó con la retirada del apoyo parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) a la coalición. Desde entonces, ambos mandatarios tan sólo han mantenido dos breves encuentros en Barcelona, aunque no constituyeron una reunión bilateral y formal como la actual. 

Desde Moncloa afrontan la cita como la "consolidación" de la normalidad en las relaciones con el Ejecutivo catalán, que se ha moldeado a través de reuniones previas entre Bolaños y Vilagrà, según relatan fuentes gubernamentales. Es un encuentro "muy importante" y en Moncloa son conscientes de lo "alejadas" que están las posturas de ambos. Sin embargo, están convencidos de que mantener la vía del diálogo abierta es el único camino "transitable" para no resucitar la tensión extrema del 2017. 

 

En suma, están dispuestos a hablar "todo lo que haga falta" y -aunque no aclaran si de este encuentro saldrá o no la próxima fecha de la mesa de diálogo- las mentadas fuentes sí señalan que servirá como preámbulo de las dos reuniones de este foro que ambas partes se han comprometido a celebrar antes de final de año.

 

Desjudicialización del conflicto político

Este acuerdo salió de la última reunión entre el ministro y la consejera celebrada en el Palau de la Generalitat el 8 de julio. Allí cerraron un acuerdo metodológico sobre el diálogo entre ambos gobiernos que llamaron Acuerdo marco para el diálogo y la negociación y que fijaba dos reuniones de la mesa "como mínimo" en lo que queda de año.

Además, pactaron avanzar en la "desjudicialización del conflicto político" -sin que hasta la fecha hayan aclarado qué supone- y un punto que el Govern considera una garantía frente a Pegasus, como es garantizar los derechos fundamentales, la privacidad y la libertad política e ideológica" de las posiciones políticas en Cataluña.

En Moncloa consideran el citado acuerdo marco como "una carta de navegación" que ha permitido ponerse a trabajar y que los frutos de esa labor se empezarán a conocer mañana en las comparecencias que harán tanto Aragonès como la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, al término de la reunión.

"Mucho mejor relación" que hace un mes

En cualquier caso, el Gobierno central considera que la relación con ERC es "mucho mejor" que hace un mes y que a los independentistas les han gustado las medidas anunciadas por Sánchez en el Debate del estado de la Nación que se ha celebrado esta semana en el Congreso de los Diputados, según apuntan fuentes de Moncloa.

No tienen dudas de que se ha producido un avance positivo en esta línea, a pesar de la "escenificación" del portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, que sacó unas balas en la tribuna para recriminar al presidente Sánchez su respuesta al asalto a la valla de Melilla que se saldó con decenas de migrantes subsaharianos muertos en suelo marroquí.

Finalmente, sobre el papel que tendrá el caso Pegasus en la reunión de este viernes, señalan que los temas que están sobre la mesa son conocidos aunque destacan que en esta última semana, apenas se ha mencionado este asunto.

No esperan pactar documentos

Por su parte, fuentes de la Generalitat han asegurado que afrontan este encuentro con pocas expectativas y que no esperan grandes acuerdos ni pactar documentos, sino que se trata de una "reunión de fondo" para analizar en qué punto está la relación entre ambos gobiernos y si hay una voluntad real de buscar una solución al conflicto.

Aseguran que ahora mismo hay una "gran desconfianza" en el Gobierno, tras el caso Pegasus, los incumplimientos que consideran que ha habido y la falta de resultados del diálogo, y que por eso han exigido unas garantías para retomar el proceso de negociación con el Ejecutivo de Sánchez.

Para el Govern, el documento que firmaron la semana pasada Bolaños y Vilagrà fue un primer paso para obtener las condiciones que piden para reanudar el diálogo y creen que ahora lo que hace falta son pasos y resultados concretos, especialmente en el "ámbito antirrepresivo".

"Ya no valen las palabras, queremos hechos. No damos más crédito ya", añaden estas fuentes, que esperan que la reunión entre presidentes sirva para abordar esta desconfianza y para reclamar pasos firmes en la desjudicialización del conflicto, al que ya se comprometieron Bolaños y Vilagrà.