La presidenta del Congreso, Ana Pastor, se ha citado este martes con el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, para apercibirle por su comportamiento en la última sesión de control, en la que  mostró unas esposas al ministro Zoido para reprocharle el encarcelamiento de los exconsellers y la represión policial en Cataluña, así como para decir que ”ojalá algún día Mariano Rajoy acabe con una de éstas”.

Ya se conocía que la presidenta del Congreso había citado a Rufián para tratar sus polémicas intervenciones, pero habría sido justamente este martes el día escogido ya que mañana el diputado formula una pregunta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la sesión de control, oportunidad que suele aprovechar para protagonizar para montar su ‘espectáculos.

Pastor ya avanzó que tenía intención de apercibir al portavoz adjunto de ERC con el objetivo de “preservar la buena imagen” de la Cámara Baja y por “respeto” a la institución. Así pues, fuentes parlamentarias afirman que la presidenta incluso le habría puesto sobre la mesa su posible expulsión disciplinaria del pleno, con arreglo al reglamento, que podría producirse si reitera sus polémicas intervenciones.

No es la primera vez que Pastor cita al diputado independentista en su despacho para amonestarle por su actitud y tampoco es la primera vez que le reprocha su conducta en un pleno. La última fue también en una sesión de control hace unos meses cuando llamó “miserable” e “irresponsable” al ministro del Interior y se negó a retirar esas palabras del diario de sesiones después de que Pastor le diera la oportunidad de hacerlo.

Según el Reglamento del Congreso en su artículo 16, los diputados están obligados, entre otras cosas, a "respetar el orden, la cortesía y la disciplina parlamentarias". Además, en el apartado de obligaciones de los diputados, el Reglamento dedica un capítulo entero a la disciplina parlamentaria, con previsiones que van desde ser llamado al orden durante una sesión plenaria a la privación de la condición de diputado por actitudes más graves y da a la presidencia de la Cámara el poder de velar por el orden en el Congreso y el cumplimiento del reglamento por parte de los diputados.