Todas las miradas estaban este viernes en la ciudad deportiva de Las Rozas, pero lo que parecía ya hecho ha resultado ser un bochorno nacional. El todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, no solo ha sostenido que no va a dimitir pese al caso de acoso a la jugadora Jenni Hermoso con un beso sin consentimiento sino que ha cargado contra el feminismo y ha arremetido sobre sendos representantes de Unidas Podemos y Sumar por criticar sus gestos machistas tras la victoria del mundial de la Selección Femenina. Concretamente contra las ministras Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra y el ya exdiputado Pablo Echenique, contra los que ha anunciado que va a emprender acciones legales. Todo bajo el aplauso cómplice de la mayoría de la Asamblea, en la que ha criticado el "falso feminismo" y la "falta de libertad".

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Rubiales carga contra ministras de Sumar y Podemos

"La señora Yolanda Díaz, la señora Irene Montero, la señora Belarra o el señor Echenique han hablado de la palabra vejar, agredir o abusar. Por dios, qué pensarán las mujeres que de verdad han sido agredidas sexualmente", ha afirmado en un momento de su esperada intervención desde la ciudad del fútbol de la localidad madrileña de Las Rozas, asegurando que acudirá a los tribunales frente a ellos. Unas palabras en las que también ha denunciado una "cacería" contra él. "La verdad es la verdad. Me atacarán, pero me da igual porque tengo la verdad. Estoy dispuesto a ser vilipendiado por defender la verdad. Os voy a decir una cosa: lo mejor del fútbol está aquí", ha manifestado.

Y es que Rubiales, pese a pedir perdón "sin paliativos", ha llegado a hablar de "falso feminismo", ha relacionado su caso con el que dicen "han intentado hacer" a Jorge Vilda -a quien ha ofrecido en directo medio millón de euros- y ha justificado el acercamiento a la jugadora de la selección española femenina. "Fue un beso mutuo y consentido", ha sostenido antes de reducirlo a un simple "pico". De hecho, lo ha comparado con la relación con sus propias hijas. "El deseo que podía tener en ese beso era el mismo que podía tener dando un beso a una de mis hijas. Ni más ni menos. No hay deseo ni posición de dominio. Toda la gente lo entiende", ha afirmado para después asegurar que fue ella quien acercó su cuerpo hacia él.

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"Jenni me cogió de las caderas"

"Jenni me levantó a mí del suelo. Me levantó del suelo cogiéndome de las caderas y cuando caí al suelo le dije que se olvidase del penalti", ha comenzado su explicación de lo que, a su juicio, sucedió el pasado domingo en la victoria del Mundial femenino. "Ella me contestó eres un crack. Yo le dije: '¿un piquito?' y ella me dijo que vale", ha proseguido poniendo en tela de juicio la versión de la futbolista y antes de volver a denunciar una "cacería" contra su persona. "Se me está tratando de matar, es un asesinato social", ha insistido frente a los aplausos de su pléyade cercana. Posteriormente, ha pedido a sus hijas que estén orgullosas de su padre ya que ellas sí son "verdaderas feministas".

No ha sido ni una ni dos ni tres veces las que Rubiales ha apelado al "falso feminismo", del que ha dicho ser "una lacra" social de nuestro tiempo, en sintonía de un rancio supremacismo machista. Y es que a lo largo de la media hora de comparecencia ante los asamblearios y sin opción a la prensa, el negado a dejar el cargo no solo se ha victimizado, sino que ha culpabilizado a las mujeres. Especialmente a Jenni, a quien ha colocado en el centro del foco al asegurar que fue consentido, palabra que también ha repetido en varias ocasiones asegurando que es "lo importante". Pero la deportista, a través de Futpro, el sindicato que la representa, pidió medidas "ejemplares" contra la acción del máximo dirigente. Cabe destacar que tanto Rubiales como Vilda presionaron a la joven para que saliera en el vídeo de "disculpas" del presidente.

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Las ministras responden

Ante los ataques directos a las representantes políticas, las propias señaladas han respondido a Rubiales con mucha contundencia una vez ha finalizado la Asamblea. La titular de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones ha mostrado su indignación tras la intervención y ha señalado que "el Gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes". "Se acabó la impunidad para las acciones machistas. Rubiales no puede seguir en el cargo", ha sostenido Yolanda Díaz a través de su perfil oficial de Twitter. "El Sr. Rubiales sigue sin saber dónde está ni lo que ha hecho. No está a la altura. Debe dimitir ya y ahorrarnos el bochorno", ha añadido en otro mensaje.

Por su parte, la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha defendido a Hermoso por el beso pero también ha cargado contra las declaraciones de Rubiales ante los suyos. "Rubiales busca su impunidad. Frente a ello, actúa Fiscalía y actúa el CSD para proteger a la jugadora, para decir no al machismo y para garantizar el derecho a la libertad sexual. Ahora más que nunca, Jenni Hermoso, no estás sola", ha escrito la titular de Igualdad. Montero ha sido especialmente incisiva a lo largo de toda la semana apelando al "solo sí es sí" y en la ausencia de consentimiento en el gesto del presidente con la jugadora en el campo.

También Pablo Echenique, ahora ya sin cargos en Unidas Podemos, ha reaccionado. "¿De verdad el mundo del fútbol va a suscribir las palabras de hoy de Rubiales? ¿El mundo del fútbol va a trasladar -mediante apoyo explícito o mediante inacción- al conjunto de España que piensa lo mismo que Rubiales sobre la libertad sexual de las mujeres? ¿En serio?", ha publicado en su cuenta lanzando el guante a la propia institución. "Si no hay consecuencias, el televisado discurso de Rubiales servirá para infundir terror sexual a las mujeres de nuestro país, para legitimar las agresiones y aumentar su número. Que nos demande si quiere. En Podemos no le tenemos miedo. Nosotras vamos a proteger a las víctimas", ha denunciado.

Entre tanto, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra, ha apelado directamente al CSD para que tome medidas ante el "discurso muy peligroso" que ha pronunciado el dirigente futbolístico. La titular ha tildado a Rufiales de "mafioso" y ha puesto el foco en el cambio de paradigma de la sociedad en este tipo de casos. "El Consejo Superior de Deportes debe actuar para que Rubiales no siga ni un minuto más en ese puesto. Las mujeres españolas tienen que ver cómo las instituciones les protegen de un discurso muy peligroso que justifica y defiende la violencia sexual", ha publicado.