Una de las razones por las que el Partido Popular y Ciudadanos han tardado más de la cuenta en ceder ante las presiones de Vox ha sido el programa de la formación de extrema derecha. En él, los de Santiago Abascal pedían, entre muchas cosas, cerrar Canal Sur, reformar el Estatuto de Autonomías, derogar las leyes sobre violencia de género y memoria histórica y una auditoría sobre "el fraude del PER". 

Por ello, y también porque de alguna manera tenían que blanquear el acuerdo al producirse con una formación ultra como Vox, PP y Cs han tenido sus divisiones internas y sus debates, sobre hasta qué punto estaban dispuestos a hacerse el harakiri con tal de gobernar. Esta fragmentación se ha visto claramente con el candidato de la formación naranja por Barcelona, Manuel Valls. El ex primer ministro francés, con el fantasma de Le Pen y su Frente Nacional todavía muy presente, ha defendido a capa y espada que no había que pactar con Vox. Finalmente, los suyos decidieron hacerle caso omiso y prefirieron la presidencia del Parlamento Andaluz. 

Marta Bosquet será la nueva presidenta del Parlamento andaluz.
La nueva presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet. 

Volviendo al programa de Vox, se sabe que algunas de sus medidas tienen bastantes seguidores. Estas son los puntos más beligerantes, o lo que es lo mismo, aquellas normas que atentan contra inmigrantes, mujeres o todo lo que amenace a la integridad de España. Pero, ¿y la reforma del Estatuto de Autonomías? Ahí la cosa es más bien distinta, y es que, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de noviembre, el tema solamente le preocupa a un 0'2% de la sociedad.

Ante la pregunta del CIS de "¿cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y el tercero?", la inmensa mayoría coincide en señalar el paro (58'5%), los partidos políticos y sus representantes (31,3%), la corrupción y el fraude (29'4%), los problemas de índole económicas (22'4%), e incluso Cataluña (9,7%) como los principales problemas. Sin embargo, entre todos los encuestados, solamente un 0'2% ve como motivo de angustia el Estatuto de Autonomías (0'1% como segundo problema y 0'1% como tercer problema).

Problemas que les preocupan a los españoles. Fuente: CIS.

Problemas que les preocupan a los españoles. Fuente: CIS.

Los nuevos aliados de Vox, PP y Cs, tampoco lo ven como un problema. Es más, esta misma semana, el presidente de los populares en Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, declaraba ante los medios que la única línea roja que habían puesto los suyos para negociar con Vox era que no tocaran el Estatuto de Autonomías.

Bosquet y ¿la primera "amnistía" a Vox?

No obstante, la primera polémica en torno a este tema no ha tardado en aparecer. El portavoz de Adelante Andalucía y coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ha acusado este jueves a la recién elegida presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, de conceder "la primera amnistía" a Vox "al evitarles el trago de tener que acatar el Estatuto de Autonomía, durante el momento de prometer o jurar el cargo.

Bosquet ha pedido que el juramento se hiciera desde los escaños en lugar que desde la tribuna, como es habitual, en presencia de un ejemplar de la Constitución y del Estatuto de Autonomía. La nueva presidenta ha argumentado dicha decisión en ahorrar tiempo

Los pasos a seguir para reformar el Estatuto de Autonomías

Pero, imaginemos que nuevamente PP y Cs vuelven a ceder ante el chantaje de la extrema derecha y deciden reformar el Estatuto de Autonomías. Pues bien, según marca el artículo 248 del Estatuto de Autonomías de Andalucía, la iniciativa corresponderá al Gobierno o al Parlamento de Andalucía, y deberá de ser una "propuesta de una tercera parte de sus miembros". Asimismo, las Cortes Generales podrán iniciar la medida.

Sin embargo, el recorrido no acabaría aquí, ya que después de haber sido puesto en marcha la iniciativa "la propuesta de reforma requerirá, en todo caso, la aprobación del Parlamento de Andalucía por mayoría de dos tercios, la aprobación de las Cortes Generales mediante ley orgánica y, finalmente, el referéndum positivo de los electores andaluces y andaluzas", algo menos que un imposible, teniendo en cuenta que la suma de PP, Cs y Vox dista bastante de acercarse a los dos tercios necesarios. 

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