El escrito remitido por el extesorero del PP Luis Bárcenas a la Fiscalía Anticorrupción desvelaba la utilización de una caja B desde 1982, antes incluso de que existiera como tal el Partido Popular. En aquel entonces la formación se denominaba Alianza Popular y estaba presidida por el que fuera ministro de Francisco Franco, Manuel Fraga. Han pasado casi cuarenta años desde entonces. Cuatro décadas perfeccionando una maquinaria que estaba perfectamente engrasada y que, a juzgar por las declaraciones de los artífices de esta contabilidad paralela, mantiene la esencia desde principios de los 80’. La fórmula únicamente ha sido mejorada e institucionalizada, pero el mecanismo es el mismo: se pedía dinero a empresarios para financiar campañas. Pero a los más curiosos les surge una duda: ¿Quién y cuándo engendra la caja B?

Se acostumbra a pensar que fue Luis Bárcenas y sus Papeles, o incluso su predecesor, el fallecido Álvaro Lapuerta; pero nada más lejos de la realidad. El propio Bárcenas precisa que es una herencia recibida que acompaña al sino de los tesoreros populares desde 1982. Él solo fue un mero partícipe que introdujo mejoras.

En 1982 el PP no era ni el germen de una idea. El tesorero de Alianza Popular en dicha fecha era Ángel Sanchís, quien mantiene una relación de íntima amistad con Bárcenas (de hecho, fue quien le metió en el partido). En su declaración en sede parlamentaria ante la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación irregular del PP, Sanchís negó que existiera tal caja B, aunque relató un sistema que se asemeja bastante, siendo esta su génesis.

Naseiro: "Con Fraga se pedía dinero a toda España. Lo recaudado lo llevaban unas señoras del PP"

Explicó que conoció a Fraga por su pasado como banquero, cuando “ni siquiera estaba en AP”. En este punto, admitió que él mismo puso dinero “desde el primer momento”, pero el grueso de la recaudación procedía de amigos y empresarios: “Mientras teníamos solo 9 diputados buscábamos financiación como podíamos. Dinero mío, de mis amigos, amistades, conocidos…”. Ángel Sanchís contó que él mismo y Fraga organizaban cenas tras las cuales, el exministro franquista y expresidente de Alianza Popular se marchaba y “yo [Sanchís] me quedaba” para explicarles la situación y que aportaran dinero para financiar el partido. Asimismo, confirmó que enviaban cartas a numerosas personas y empresas pidiendo que colaboraran. El criterio de envío lo marcaba una agencia de publicidad “que no recuerdo”.

No obstante, matizó que no pedía dinero a empresarios y negó que, tras dejar su cargo, hiciera de correa de transmisión entre estos y el partido. Admitió que hubo empresarios que hicieron aportaciones “a cambio de nada”, sin embargo, matizó que al final se acababan cobrando los favores de una u otra manera: “Me he pasado años devolviendo esos favores. Todos los que dieron dinero de alguna forma se lo han cobrado”.

El autor de la gran obra

La dupla Fraga-Sanchís dispusieron el embrión, pero fue Rosendo Naseiro, el primer tesorero que tuvo el PP, quien concretó la obra.

Ante el juez, Bárcenas dijo que el primer apunte de la contabilidad B fue obra y gracia de Rosendo Naseiro.

El octogenario decía no recordar muchos de los hechos por los que fue preguntado en la comisión de la caja B, pero cómo olvidarse de su creación: “Yo mandé diseñar la contabilidad que se utiliza, creo, a día de hoy”, espetó.

Naseiro insistió en que todo era legal ya que “yo nunca le he pedido a ninguna empresa, ni a ninguna persona particular, dinero a cambio de nada”. Eso sí, el extesorero admitió que “ibas a un mitin y te daban un talón”. De hecho, incluso incluso contó una anécdota, cuando “una vez, alguien le dio un talón con un poquito de dinero a los escoltas: ‘Tomad’”.

Según su versión, que coincide con la de Sanchís, “con Fraga se pedía dinero a toda España, y público, no era nada particular”. Además, “todo ese dinero se ingresaba en una cuenta, lo controlaban una señoras que eran militantes del PP y eso se llevaba al Tribunal de Cuentas.