Este jueves el Congreso de los Diputados dará el primer paso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2023. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defenderá el límite de gasto no financiero, conocido coloquialmente como techo de gasto, la antesala de los PGE. Este año se marcará un nuevo récord, con 198.221 millones de euros, un 1,1% más que las cuentas de 2022. Se incluyen 25.156 millones de los fondos europeos y una transferencia a la Seguridad Social de 19.888 millones, un 8,1% más que en 2022. Los socios del Ejecutivo ven con buenos ojos las cifras, pero entienden que es demasiado pronto para celebrar nada, puesto que lo único que se quedará fijado es cuánto se gasta, queda concretar lo importante: en qué.

Montero defenderá también la necesidad de mantener suspendidas las reglas fiscales por cuarto año consecutivo. La Comisión Europea y el Consejo Europeo decidieron en el año 2020 establecer una cláusula de salvaguarda con motivo de la crisis derivada del Covid-19. Así, decretaron suprimir los objetivos de estabilidad, que fueron sustituidos por tasas de referencia de déficit. Desde hace tres años, esta excepción se ha aplicado con motivo de la pandemia, mientras que en 2023, se prevé repetir aunque por una causa bien distinta: la guerra en Ucrania y la crisis energética.

El déficit conjunto de las administraciones públicas para el 2023 se situará en el 3,9% del PIB, frente al 5% del 2022. Las comunidades autónomas atesorarán un mayor margen de gasto, pasado del 0,1% al 0,3%; dos décimas que serán asumidas por la Administración central (del 3,4% al 3,2%). Para las entidades locales esta tasa será un superávit del 0,1% del PIB, mientras que para la Seguridad Social será del 0,5%.

Buena melodía, ¿y la letra?

El techo de gasto es el cuánto, queda saber en qué. PSOE y Unidas Podemos tienen previsto ultimar esta semana los detalles de los Presupuestos para, en los próximos días, abrir la negociación a sus aliados del hemiciclo, priorizando Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), PNV, EH Bildu y Más País. Todos ellos aprueban las cifras del techo de gasto, pero piden valentía para los PGE.

El objetivo de la coalición es cosechar el respaldo del bloque de la investidura. Fuentes parlamentarias del Grupo Socialista alegan que “este techo de gasto, y en sí los Presupuestos, son la forma de plasmar y dotar de fondos a todas las políticas que venimos ejecutando en los últimos meses”.

La pasada semana el Ejecutivo comenzó a sondear a sus socios habituales para, una vez hilvanado el proyecto de Presupuestos con Unidas Podemos, comenzar a negociar. Según ha podido confirmar ElPlural.com, ya se han producido los primeros contactos con Esquerra. Su diputado y portavoz, Gabriel Rufián, lamentó el martes 13 que el Ejecutivo aún no había pasado de las conversaciones de pasillo en el marco de los PGE: “Nos dejan para el final porque se lo ponemos difícil. Como cuando tienes un menú y dejas para el final el peor plato”, dijo. Una semana después el cariz es bien distinto. Moncloa ya ha intercambiado impresiones con el Grupo Republicano y en los próximos días se esperan más reuniones para profundizar en los contenidos. “Nos han contactado”, apuntan, precisando que “el Gobierno ya sabe lo que queremos”.

Mientras Moncloa ha pisado el acelerador con el independentismo catalán, ha dejado en stand by los avances con la izquierda abertzale. La diputada y portavoz de EH Bildu en el Congreso, Merxte Aizpurua, ha aquejado en una rueda de prensa que si bien “hay conversaciones”, “todavía no conocemos el planteamiento del Gobierno”. Los contactos estaban previstos para la semana pasada, no obstante, apenas se rascó la superficie puesto que será esta cuando PSOE y Unidas Podemos limen sus asperezas y abran la negociación de los Presupuestos al resto del arco parlamentario.

Las triquiñuelas del gasto militar

El incremento del gasto en Defensa al que Pedro Sánchez se comprometió ante la OTAN tendrá su primer reflejo en estos Presupuestos. El objetivo es llegar al 2% del PIB en 2029, pero el aumento será paulatino. Sin embargo, pese a la progresividad, Unidas Podemos no aprueba el gesto ya que creen que todos los recursos debieran destinarse a medidas sociales. Para evitar el choque, Hacienda ha diseñado un plan para encajar la inversión militar al margen del hecho de gasto. El grueso del incremento quedará plasmado en los Programas Especiales de Armamento, proyectos independientes con partidas especiales.

Según el Programa de Estabilidad enviado a la Unión Europea, la previsión de Moncloa es subir un 0,2% del PIB la inversión en Defensa. La cifra aún no es definitiva, puesto que corresponde al Programa 2022-2025 enviado por España a Bruselas. De confirmarse, se pasaría de un 1% a un 1,2%, dos décimas extra.