Con las elecciones andaluzas ya en el retrovisor es momento de reflexionar. Los diferentes partidos hacen sus balances, buscan responsables y depuran responsabilidades en caso de ser necesario. La autocrítica acostumbra a brillar por su ausencia en las noches electorales y no ha sido distinto en esta ocasión. Especialmente llamativa fue la reacción del espacio antes ocupado por Unidas Podemos (o lo que atinó a llamarse Adelante Andalucía en 2018). Inmaculada Nieto, candidata de Por Andalucía, descargó la responsabilidad de los nefastos resultados sobre los hombros de Teresa Rodríguez, a quien acusó de haber dividido; mientras la líder de Adelante Andalucía (la candidatura del 2022) hizo lo propio. En otros puntos de la geografía española en anteriores citas con las urnas, hubo quienes justificaron la fragmentación esgrimiendo que se podía generar más ilusión e interpelar a más gente yendo cada uno por su lado; pero no ha sido así. En Andalucía ha quedado demostrado que un espacio morado dividido es un pesado lastre que mina cualquier aspiración. A los datos me remito.

La candidatura unificada Adelante Andalucía en 2018 cosechó 585.949 votos, un 16,19% que cristalizó en 17 escaños.  En 2022, Por Andalucía ha obtenido 281.688 votos (un 7,68%) que comportan cinco diputados; mientras Adelante Andalucía-Andalucistas atesora dos gracias a 167.970 votos y un 4,58%. Sumando ambas formaciones, el número de votos se queda en los 449.658 votos, un 12,26% y siete asientos en el parlamento autonómico. Es decir, por el camino se han dejado 136.391 votos, unos cuatro puntos porcentuales y una decena de diputados. El roto ha sido de proporciones bíblicas. 

Además de tumbar la manida tesis de que, estratégicamente, se puede ilusionar a un mayor número de electores y ensanchar el espacio, a nivel numérico la división ha resultado calamitosa. En total, según las cuentas elaboradas por ElPlural.com, los morados podrían haberse hecho con seis diputados más, robando tres al PP y tres al PSOE.

La candidatura de Teresa Rodríguez es la que más caro ha pagado cada escaño, requiriendo hasta 83.935 votos por cada uno. Se hizo con dos. La segunda en este particular ranking de votos/escaños es Nieto, de Por Andalucía, quien ha necesitado 56.337 votos por cada asiento. Para dotar de contexto a los números, veamos cuánto le ha costado cada representante a PP, PSOE y Vox en la siguiente tabla.

Tabla elecciones Andalucía

Juan Moreno Bonilla ha necesitado 27.282 por cada diputado, Juan Espadas 29.456 y Macarena Olona 35.280; muy lejos de Por Andalucía y Adelante Andalucía.

Seis escaños determinantes

Esto si se toma en cuenta el grueso de la comunidad autónoma sin distinguir ente provincias. Profundicemos. ¿Cómo le hubiera ido, con estos mismos datos, a una candidatura unificada? Vayamos provincia a provincia.

En Huelva se reparte 11 escaños y ninguna de las dos formaciones por separado ha logrado uno, pero si los 13.862 votos de PA en esta provincia se sumaran a los 8.375 de AA, serían 22.237. Se quedarían a apenas 5.000 de Vox hubiera sumado un escaño, que se lo arrebatarían al PSOE. De hecho, Teresa Rodríguez se ha quedado a 663 votos de conseguirlo. Para pensar.

En Sevilla se reparten 18 asientos y las fuerzas a la izquierda del PSOE han logrado un representante cada una. De haber concurrido juntas, hubieran cosechado tres, superando en votos a Vox. En este caso, además, los 132.975 votos con los que cuenta la suma PA+AA arrebataría un representante al PP.

En Málaga el panorama sería bien distinto. Ambas candidaturas sumarían un total de 128.826 votos que se traducirían en tres diputados. Sin embargo, por separado, únicamente Por Andalucía ha obtenido un representante. Los otros dos se los robaría uno al PP y otro al PSOE.

En Córdoba, robarían un escaño al PP, sumando dos en lugar de uno, y los morados serían tercera fuerza.

En Jaén, los 17.769 votos de Nieto no se tradujeron en escaños, pero sumados a los 5.641 de Rodríguez, bien les valdrían para superar a Jaén Merece +, ser cuarta fuerza y hacerse con un representante en detrimento del PSOE.

De los 15 asientos de Cádiz, ha obtenido dos, uno cada una. De haber sumado esfuerzos, los 41.488 votos de Rodríguez y los 38.551 de Nieto darían 80.039, que no serían suficientes para capitalizar más escaños pero superarían a Vox y serían tercera fuerza, no cuarta y quinta. Ni en Granada ni en Jaén se hubiera producido cambio alguno, por lo que no obtendrían representación en ninguno de estos territorios.

Con todo, el balance hubiera sido bien distinto: hubieran cosechado seis diputados más (+1 por Huelva, +1 en Sevilla, +2 en Málaga, +1 en Córdoba y +1 en Jaén), arrebatándole tres al PP y otros tres al PSOE.