El primero de los portavoces parlamentarios de Unidos Podemos-En Marea-En Comú Podem, Pablo Iglesias, subió a la tribuna del Congreso con un hemiciclo aún revuelto tras la intervención del presidente del Partido Popular, Pablo Casado. Iglesias, que quiso comenzar su intervención rindiendo homenaje a Francia tras el atentado de Estrasburgo, empezó hablando sobre el acuerdo del Bréxit, negociado entre la Unión Europea y el Gobierno de Theresa May. Para Iglesias el acuerdo no favorece "al pueblo", sino que manifestó que cree que responde al "interés de las multinacionales y el gran capital".

El líder de Podemos también se ha quejado de que su formación ha defendido el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) con más entusiasmo que el propio Gobierno, al que ha reprochado tener más firmeza "con el tema de Gibraltar". A continuación ha querido recordar al resto de grupos parlamentarios que "el patriotismo no va de banderas, sino de defender a la gente", pidiendo a Sánches que defienda con más ahínco los PGE y a los grupos independenistas catalanes, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Partido Democrático de Cataluña (PDeCat), que cesen en su "pasividad" y se impliquen en la aprobación de unos presupuestos que "también serán buenos para la ciudadanía de Cataluña". 

Siguiendo con el argumento de "ver quién tiene la bandera más grande", Iglesias ha querido hacer un llamamiento a la calma en Cataluña, denominando como "presos políticos" a los políticos catalanes en la cárcel de Lledoners y, a la vez, condenando las palabras de Torra defendiendo una escisión como la eslovena. "Ningún independentista piensa como Torra", ha sentenciado. Para el diputado madrileño la política se ha polarizado en exceso, "se hace política vía Twitter", ha añadido, criticando sin mencionar al diputado de ERC Gabriel Rufián. Y ha calificado la posición de Ciudadanos y del PP como entregada a "la lógica irresponsable de José María Aznar". Iglesias ha concluido su internvención apelando al diálogo. 

En Comú-Podem: ni DUI, ni 155

La portavoz de En Comú-Podem, Lucía Martín González ha condenado la crispación, criticando por igual la declaración unilateral de independencia (DUI) del Parlamento  de Cataluña y la aplicación del artículo 155 posterior. "Todo esto no ha servido nada más que para causar dolor. Necesitamos otro tono, otras formas y otra política". 

Martín ha pedido a Sánchez que no "compre las recetas de la derecha", ha añadido que Torra es un presidente desprestigiado y que no debe responder a sus provocaciones. 

Ha pedido que se acuerde un referéndum de autoderminación, pero ha apelado a ERC y al PDeCat a que renuncien a su "pasividad" y que se movilicen para acabar con las desigualdades sociales de Cataluña, las "políticas antisociales" de Torra y, de paso, aprueben los PGE pactados con el PSOE. 

"Demostremos que existe una alternativa al tridente de Aznar" y que existe una propuesta alternativa de izquierdas, ha concluido. "Y eso pasa por la aprobación de unos presupuestos que necesita la ciudadanía". 

Garzón: los poderosos son los que piden repetir el referéndum del Bréxit

El líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha querido comenzar su intervención criticando la visión "burocrática" de Europa del presidente del Gobierno. Garzón ha relacionado el Bréxit con un proceso de descomposición de la UE y ha achacado las voces que piden un segundo referéndum en el Reino Unido a los "intereses de algunos poderosos".  Para Garzón esta UE es la unión "en beneficio de los grandes capitales". Y pide no detener el Bréxit, sino reflexionar sobre los "síntomas de agotamiento" de la UE. 

"¿Por qué el Gobierno de España no cuesiona los fundamentos neoliberales de la Unión Europea?", se ha preguntado, antes de pedir de nuevo una reflexión sobre ello. 

En Marea: el Bréxit es el sector pesquero, no sólo Gibraltar

El portavoz de En Marea, Antón Gómez-Reino, dice que "hay que tomarse muy en serio lo que ocurre en la Unión Europea" y el Bréxit, en el que "nos jugamos mucho" en sectores como el agrícola y el pesquero. 

Gómez-Reino pide reciprocidad, en el sentido de pedir acceso a las aguas británicas a cambio de permitir importaciones británicas sin aranceles. "¿Van a defender los intereses de nuestro sector pesquero o van a seguir pasivos?", ha preguntado a los ministros de Exteriores y Agricultura.