Este lunes ha amanecido con un temporal tortuoso en Podemos. La formación morada se ha encontrado con la madrugadora dimisión de su portavoz en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta.

A primera hora la mañana, la portavoz daba a conocer su decisión antes de comparecer en una rueda de prensa en la Asamblea para explicar los motivos que le han llevado a abandonar la formación morada. La tormenta, que parecía un hecho del pasado reciente y enterrado en el seno de Podemos, ha vuelto a arreciar y con fuerza.

Las guerras internas vuelven a salir a la luz meses después de que Íñigo Errejón y Ramón Espinar sellaran la paz con una lista conjunta para las elecciones a la Comunidad de Madrid del próximo año. Las heridas siguen abiertas y este es uno de los motivos que llevaron a Ruiz-Huerta a tomar esta decisión que ha pillado por sorpresa a algunos diputados de la formación morada.

Y es que, según aseguran fuentes internas de Podemos en la Asamblea de Madrid consultadas por ElPlural.com, la dimisión de la exportavoz ha sorprendido a miembros de Podemos. “Se han enterado en el momento en el que ha salido la noticia”, señalan desde la formación morada. Califican la decisión como algo “inesperado” y no tenían idea alguna de los planes de Ruiz-Huerta.

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Los motivos del adiós

La intrahistoria que acompaña a la dimisión de la exportavoz viene de lejos, del momento en el que Errejón y Espinar presentan la candidatura en las primarias del partido. Un pacto que no entendía Ruiz-Huerta y al que se opuso desde el primer minuto. De hecho, le ofrecieron un hueco en la ‘lista de la paz’ que en ningún momento aceptó.

Esto acrecentó el descontento de la por aquel entonces portavoz de Podemos en la Asamblea, que incluso se atrevió a criticar el proceso de primarias públicamente. Desde entonces, los dardos a la cúpula del partido no han dejado de sucederse y este lunes, tras anunciar su dimisión, ha enumerado los motivos de su adiós.

Pero además, otro hecho que aumentó el enfado de Ruiz-Huerta con Podemos es el bajo número de mujeres en las altas esferas de la formación. La exportavoz considera que el partido “no está bien” y se escuda en las encuestas para refrendar su teoría. Una herida que nunca se ha cerrado y que ha concluido con el adiós de la diputada morada entre lágrimas y evidenciando, una vez más, las guerras internas en la formación.