El candidato a la Alcaldía de Barcelona Manuel Valls expresó su malestar porque Marc Artigau dedicó unas palabras a los políticos independentistas presos en Cataluña durante los premios Nadal y Pla. La reacción del exministro francés ha sido vista con ironía en las redes sociales, donde el periodista Enric Calpena ha llegado a sugerir que fuera bebido, una afirmación de la que se ha hecho eco Pilar Rahola en una columna en La Vanguardia.

"Estaba a dos mesas de distancia cuando anoche Manuel Valls se puso a gritar durante la cena de los premios Nadal y Pla. No entendimos qué y quien llamaba, pero quienes estábamos allí llegamos a la conclusión de que alguien había bebido demasiado", escribió Enric Calpena.

 

 

Un diletante Valls en fiestas alocadas

Rahola aprovechó el tuit de Calpena para hacer leña del árbol caído en su columna en La Vanguardia, donde reprocha a Valls que buscara notoriedad y luego baraja otras hipótesis para su comportamiento, que puso ser resultado, según dice, de los nervios por campaña electoral o por la excesiva alegría del político, en la línea del tuit de Enric Calpena.

 "Habría una tercera hipótesis, avalada en Twitter por Enric Calpena, que estaba presente en el acto, en el sentido de la alegría, que ya se sabe que las fiestas literarias son muy alocadas. Todo podría ser, o sencillamente podría ser que el señor Valls sea lo que parece, un diletante que niega en Catalunya lo que defendía en Francia", afirma Pilar Rahola en su columna.

La periodista catalana describía así la escena: "La fotografía de la noche: unos premios literarios con solera; una cena con notables; un galardonado, Marc Artigau, que hace un sentido recordatorio de los presos y exiliados; y un candidato a la alcaldía, Manuel Valls, que se ­excita, gesticula, grita y se abalanza sobre Artur Mas, por considerarlo culpable de las maldades que sufre Catalunya".