"No creo que recordar al Rey la bondad de una mayor transparencia en su Casa y de sus actividades o, por ejemplo, que el presupuesto previsto para los siguientes ejercicios se vea sometido a los mismos recortes proporcionales que el resto de instituciones, suponga alentar el advenimiento de la III República -ha indicado Mertín Peré-. Más bien la opacidad que orbita en torno a su figura y la de su familia están generando el efecto contrario".
Por ello, en un momento en que la ciudadanía comprendería "perfectamente" que se actuara "con menor indulgencia" en referencia a las actividades de Juan Carlos y su Familia y que se le reclamara "mayores sacrificios" es necesario que el PSOE trate "sin rubor" determinadas posiciones políticas para adecuarlas "a lo que demandan los tiempos actuales"".
"Convendría actualizarnos", ha llegado a decir Martín Peré, para añadir que "una cosa es pedir un cambio de régimen político y otra muy distinta que la Monarquía y la figura del Rey deban someterse a ciertas reglas del juego, sin que por ello deba considerarse el partido como radical o extremista por sus exposiciones". Y es que, a su entender, continuar aceptando el "chantaje ideológico" que predican algunos partidos sobre este asunto, puede llegar a provocar que la crítica hacia la institución monárquica acabe recibiéndola el propio partido."
Las observaciones acerca de la Corona y el Rey del diputado socialista balear son modélicas y muy adecuadas. Son además necesarias. El silencio fáctico del PSOE respecto al caso Urdangarin y, en paralelo, a ciertas conductas de Don Juan Carlos, como la cacería de elefantes en Botsuana, son impropias de un partido que no es, de acuerdo con sus principios y su trayectoria histórica, monárquico. El joven diputado Martín Peré ha intentado romper un tabú que conduce al PSOE a ejercer de partido dinástico y no de izquierdas. Lo que dice es sensato. La lástima es que, hoy por hoy, carece de coro, a pesar de algunas otras voces socialistas también han transmitido su preocupación por los silencios aludidos. Y conste que no se propone un jaque mate al Rey. Simplemente es un jaque al Rey y punto.