El magistrado Pablo Llarena quiere a Carles Puigdemont sentado como imputado ante él. Sin embargo, la Justicia europea, desde Alemania a Escocia, Bégica o Suiza, y ahora Italia, no le da la razón, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont sigue en libertad pese a los infructuosos esfuerzos del instructor del Procés, quien no consigue que ningún país europeo autorice sus pretensiones.

Es más, la petición de Llarena llega a extremos tan ‘berlanguianos’ como pedirle a Italia la extradición, cuando él mismo ha presentado una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea preguntando por esa misma extradición. Es por ello que la magistrada italiana Plinia Azzena ha suspendido sine die el proceso hasta que el TJUE se pronuncie.

puigdemont

Pero esta no es la primera vez que Llarena recibe un rejón jurídico en toda regla. Como informó el Periódico de España, Suiza informó a España de que no entregaría a Carles Puigdemont porque, a su juicio, la sentencia del Procés, “era un asunto político”. Esta contestación se emitió con motivo de la reactivación de la Orden Europea de Detención en 2019. La Justicia Suiza consideró que lo descrito por Pablo Llarena “no constituía, a primera vista un delito extraditable según el derecho suizo”.

Aunque si Suiza fue clara, más lo fue todavía la Justicia de Bélgica. En el caso de los belgas, hasta dos instancias diferentes han sido las que se han negado a enviar a Puigdemont a España. Fue precisamente porque solo le quedaba el Supremo belga, que desde su homólogo español se tramitó la cuestión prejudicial. El magistrado español solicitó el pasado mes de marzo que el TJUE determine las razones por las que se puede rechazar una orden de detención y entrega europea tras los diferentes varapalos sufridos.

Otro de los tortazos a Llarena se lo dio la Justicia escocesa con la petición de extradición de Clara Ponsatí.  El juez Nigel Ross, de la corte del Sheriff de Edimburgo, dictaminó que el tribunal escocés no tiene "ninguna jurisdicción" al respecto porque, entre otros motivos, Ponsatí había dicho que no volvería a Esocica, sino que se quedaba a vivir en Bélgica, donde está como eurodiputada.

Alemania

Y si todo lo anterior supone un varapalo increíble, más aun lo es si se tiene en cuenta lo que se dijo desde la Justicia alemana cuando se pidió la extradición de Carles Puigdemont. Fue en mayo de 2018 cuando, la Audiencia Territorial de Schleswig Holstein (norte de Alemania), mantuvo su rechazo a incluir el cargo de rebelión en el proceso de extradición contra Puigdemont.

La Audiencia mantuvo así la misma postura del 5 de abril de ese mismo año, en la que consideró "en principio inadmisible" una extradición al expresidente catalán por rebelión. El tribunal alemán realizó esta respuesta a una petición de la Fiscalía del Supremo para que fuera detenido de nuevo.