La batalla por las comunidades autónomas y los ayuntamientos que se librará en 2019 está a la vuelta de la esquina. Los diferentes partidos ya cincelan a los que serán sus candidatos y reestructuran la formación con el objetivo de ganar las elecciones. Es el caso del PP de Madrid y Pablo Casado, quien ha realizado más de una veintena de nombramientos para rearmarse de cara a los comicios e impregnar su sello en la plaza madrileña. Y como no podía ser de otra manera, de entre los rostros de la nueva terna figura lo mejor de cada casa, coloquialmente hablado: perceptores de sobresueldos, señalados en Púnica, acusados de delitos ambientales… Incluso una estrella de los realities y los programas rosas.

El nuevo presidente del comité electoral del PP de Madrid es David Erguido, jefe de gabinete de José Luis Martínez-Almeida y exconcejal del distrito de Centro. Erguido fue acusado por la Guardia Civil de delitos en su etapa como primer teniente de alcalde y concejal de festejos en Algete. Concretamente, fue señalado por adjudicar hasta 1,5 millones de euros a compañías de la trama Púnica. En un informe, la Unidad Central Operativa (UCO) le acusa de “delitos de malversación de fondos públicos” por 16 facturas hinchadas para “desviar 78.846 euros de las arcas públicas del Ayuntamiento”. Incluso, la presunta trama le regaló una actuación con cuatro mariachis.

Tras ejercer como asesor técnico de Presidencia en el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, se erigió como asesor del entonces portavoz del PP, José Luis Martínez Almeida. Pero eso era de cara a la galería. A nivel interno, tal y como desveló ElPlural.com, Erguido era asesor de Casado, que por entonces era vicesecretario de Comunicación. Un trabajo que no estaba mal pagado, ya que cobraba la friolera de 71.928,58 euros.

Por otro lado está, Susana Pérez Quislant, nueva vocal en el Consejo de Alcaldes del PP. Quislant es la actual alcaldesa de Pozuelo de Alarcón y está imputada, junto a otras 10 personas, de un delito contra el medio ambiente por los vertidos fecales de la depuradora del área de Humera. En otras palabras, la última maniobra de Casado para rearmarse de cara a 2019 está marcada por imputaciones.

Uno de los rostros más reconocibles es Pío García-Escudero, actual presidente del Senado, quien admitió ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en 2013 que recibió sobresueldos de 700.000 pesetas (unos 4.200 euros) entre los años 1999 y 2003 como coordinador de organización del partido y en concepto de gastos de representación, todo ello aparte de su sueldo como senador por designación autonómica. El montante total ascendía a los 58.899 euros al año.

El presidente de la Cámara Alta declaró en calidad de testigo en el marco del caso Gürtel justo después de Mariano Rajoy. Aseguró no estar al tanto de la gestión económica, a pesar de que el cabecilla de la trama, Francisco Correa, le señaló como uno de sus principales contactos dentro de la formación.

La vicesecretaría de Territorial seguirá encabezada por Antonio González Terol, alcalde de Boadilla del Monte, famoso por sus nostálgicas juras de bandera. Terol se vio envuelto en un litigio con su predecesor, Arturo González Panero, más conocido como El Albondiguilla. El exalcalde le acusó de prevaricación, malversación y tráfico de influencias por la contratación de abogados externos para representar al Ayuntamiento de Boadilla en el caso Gürtel, unos abogados que habrían conseguido pruebas que implicarían a El Albondiguilla en dicha trama y que este querría tapar. La denuncia fue archivada.

Pero esta polémica no es la única que salpica a Terol o su Ejecutiva. El Ayuntamiento de Boadilla pagó 24.000 euros por agua y refrescos a la empresa del padre de un concejal, David Mesa Vargas. No se incurrió en ninguna “incompatibilidad legal” en la contratación, pero resulta curioso que cuando se dejó de contratar con la empresa del padre de Mesa Vargas, el Consistorio gasta la mitad en bebidas.

Relacionado El Ayuntamiento de Boadilla (PP) gastó 24.000 euros en agua y refrescos de la empresa del padre de un concejal

Más nombres. Ángel Carromero será el secretario de relación con el Grupo Municipal. Corromero, uno de los delfines de Esperanza Aguirre, saltó a la fama envuelto en la madre de todas las controversias: fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario provocado por un accidente en el que murieron dos opositores cubanos. Además, fue objeto de un intento de expulsión de las NNGG por una presunta falsificación de cambios de afiliación y presiones a miembros de las juventudes populares.

Isabel Díaz Ayuso dirige -y dirigirá- el área de Comunicación. Cabe destacar que su nombre resuena profusamente en el sumario de la trama Púnica. Es amiga de Alejandro De Pedro y fue señalada por Francisco Granados.

Marcelo Isoldi, concejal de Alcalá de Henares, será el encargado de coordinar la super área de la zona este. Isoldi, tal y como publicó madridiario, fue acusado por la Fiscalía de prevaricación ambiental por permitir que una estación de autobuses funcionara sin licencia.

Y por último, Isabel Rábago, que no es la joya de la corona, pero si la estrella de este nuevo PP de Madrid. El área que dirige, Comunicación y medios, ha cambiado de nombre a Área de Medios y Telegenia, y según explica el PP, su cometido será “ayudar a los candidatos municipales a prepararse ante los medios de comunicación y reforzar las relaciones de la regional con medios regionales, locales y sus periodistas”. Dado que Rábago pertenece a ese mundillo, procede de Sálvame y ha participado en realities como Supervivientes, la telegenia puede ser un ámbito en el que encaje a la perfección.