María Dolores de Cospedal llegó a regañadientes a Castilla-La Mancha, procedente de Madrid, en la primavera de 2006 gracias al ‘dedazo’ de Mariano Rajoy, que la envío a la tierra de Don Quijote para calmar las convulsas relaciones de la derecha regional y llevar las riendas del PP. A cambio, el ahora expresidente de la derecha patria le concedió la secretaría general del partido en el congreso que los “populares” celebraron en Valencia en el verano de 2008, cuando en esta comunidad la banda de la Gürtel comenzaba a sembrar de corrupción la mayoría de los despachos “genoveses”.

Con la llegada de Cospedal, Castilla-La Mancha inició el periodo más negro de su historia reciente. La entonces secretaria general del PP precipitó, en 2009, la intervención de Caja Castilla-La Mancha, donde un año antes había enchufado a su esposo, Ignacio López del Hierro, según denunció el expresidente de la entidad, Juan Pedro Hernández Moltó. En 2010, la lideresa rompe el acuerdo con el presidente socialista por aquel entonces, José María Barreda, que se ve obligado a retirar en el Congreso la Reforma del Estatuto porque, entre otras cosas, contemplaba la caducidad del Trasvase Tajo-Segura. En 2011, Cospedal gana las elecciones autonómicas, accede a la Presidencia de Castilla-La Mancha y aplica los recortes más severos registrados en España a través de la conocida “Dieta Cospedal” (cierre de colegios y plantas hospitalarias, despido de 20.000 médicos, ATS, profesores, maestros…).

En diciembre de ese mismo año se convierte en la mayor defensora de la instalación en la localidad conquense de Villar de Cañas de un basurero de residuos nucleares, cuando hacía poco había descartado este almacén en tierras castellano-manchegas. No contenta con esta tropelía, “regala” el Tajo a los valencianos y murcianos a cambio del apoyo de éstos para seguir al frente de la secretaría general del PP, como así denunciaron los socialistas. Y ya para rematar, en 2014, reforma el estatuto con los votos únicos de los diputados del PP, que entonces gozaban de mayoría absoluta, para rebajar el número de diputados, suprimir el sueldo de los parlamentarios socialistas y redactar una ley electoral ad hoc, considerada por todos como un auténtico “pucherazo” electoral. Le salió el tiro por la culata

Adiós a una iniciativa turística

En 2015, los castellano-manchegos, hartos de tanta traición y vapuleo, le retiran su confianza y pierde las elecciones autonómicas, motivo más que suficiente para abandonar Castilla-La Mancha y fijar su residencia en Madrid como diputada del PP por Toledo, dejando un agujero, una deuda en la región, superior a los 13.000 millones de euros.

Y cuando en Castilla-La Mancha se pensaba que ya era imposible que “Cospedal nos hiciera más daño del causado a lo largo de estos años”, se lamenta un socialista, llegan sus “amigos” los murcianos anunciando que la Fundación Infante de Orleans (FIO) se trasladará desde Madrid a San Javier (Murcia), cuando en un principio se había pensado en Ciudad Real, pero gracias a “la idea planteada por la entonces ministra de Defensa”, asegura el consejero de Presidencia murciano, Pedro Rivera, la FIO estará casi con toda probabilidad cerca del Mar Menor, y eso que Cospedal era conocedora de los esfuerzos y las iniciativas emprendidas por el Gobierno de Castilla-La Mancha y por la Diputación ciudadrealeña.

Hangar en Cuatro Vientos donde la FIO tiene su actual sede
Hangar en Cuatro Vientos donde la FIO tiene su actual sede

La Fundación Infante de Orleans posee la segunda mejor colección de Europa de aviones de época en activo, y cuenta con un museo muy visitado por los amantes de la aviación en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, además de con medio centenar de aparatos que periódicamente realizan vistosas exhibiciones y acrobacias aéreas, vistas por miles de personas. De ahí el interés de la Diputación de Ciudad Real, que había diseñado ya un plan turístico para relanzar la zona del aeropuerto, por fin vendido hacer unos días,  según recoge el digital toledano dclm.es.

Por este motivo, fuentes del Gobierno regional y de la Diputación de Ciudad Real, consultadas por ese periódico, justifican su interés por el proyecto en el gran beneficio que para el “turismo de calidad” de la provincia y la región habría tenido y lamentan que “una vez más Cospedal, que ha sido presidenta de Castilla-La Mancha y es todavía hoy presidenta del PP regional”, maniobrara desde su puesto en el Ministerio de Defensa para que la balanza se incline del lado de Murcia.

Y es que, a pesar de que Carlos del Valle, presidente de la FIO, reconozca que en su búsqueda de un emplazamiento definitivo para la fundación se barajaron en principio Getafe, se contempló de forma especial el inactivo aeropuerto de Ciudad Real por estar cerca de Madrid, pero ahora sabemos que la intervención directa de Cospedal abortó la idea y, hoy por hoy, San Javier tiene prácticamente todas las papeletas para ser sede de la Fundación Infante Orleans y de su museo.

Por todo esto, todavía hay gente que se pregunta: ¿Qué le ha hecho Castilla-La Mancha a Cospedal?