Mónica Oltra, exvicepresidenta de la Generalitat Valenciana, ha concedido una entrevista a Salvados, programa de laSexta presentado por Gonzo. Esta ha sido una comparecencia muy esperada, ya que es la primera vez que la ex de Compromís habla públicamente tras la dimisión que presentó el pasado mes de junio como vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la imputara por presuntamente haber ocultado los abusos sexuales de su exmarido, Luis Eduardo Ramírez Icardi, a una menor tutelada por el Ejecutivo de la región.

La exvicepresidenta valenciana ha hablado de cómo es su nueva vida fuera de la política, en la que ha aprendido a ver la vida "en otra dimensión del tiempo". Después de hablar de proyectos próximos y de sus inicios, ha hablado de lo que la llevó a la política y cómo ve el pasado de Francisco Camps y Rita Barberá en Valencia, trayectorias en las que no ha encontrado nada reseñable -pese a la insistencia de Gonzo para saberlo-, ya que considera que "hicieron mucho daño" a la comunidad, aunque ha reconocido que sus cosas buenas harían también para la región.

"Siempre tuve claro que quería ser política. Primero tuve claro que quería ser abogada y proteger a los trabajadores, y después proteger a los conciudadanos con la política. Las etiquetas no me han gustado nunca y entiendo que la política se hace mejor desde los espacios próximos. Mi opción política es un partido de obediencia valenciana, que no tiene una sede en Madrid que le dice lo que tiene que hacer", ha explicado.

"Me molesta que se llame caso Oltra porque no hay ningún caso", ha sentenciado Oltra sobre el prodecimiento que la envuelve a raíz de su exmarido y la empujó a la dimisión. Sobre el caso de su exmarido, ha explicado que por aquel entonces estaban separados y que no conocía los datos: "No eramos pareja, convivíamos en el mismo edificio, era una casa de dos plantas y la dividimos". "Me enteré seis meses después", ha reconocido.

Sobre los informes de la menor supuestamente abusada que debían haber llegado a la consejería y Gonzo le ha preguntado si nadie se lo comentó, Oltra ha explicado que es algo común que no se comuniquen todos los casos que llegan. "En aquel momento los funcionarios actuaron de acuerdo con los protocolos que había en aquel momento, que era ninguno entonces", ha dicho. 

A raíz de enterarse del caso, ha remarcado: "Mi primera reacción fue llamar al jefe del gabinete y decirle que había una causa abierta de la que no nos habíamos enterado. Me dijo que averiguase aquello que me estaban diciendo por teléfono". "A día de hoy yo no he leído ese expediente, porque considero que no debo. Y los técnicos han trabajado con total libertad. Yo no los conozco, no sé lo que votan, no sé si les caigo mal o bien...", ha añadido. Y ha completado: "No hubo ninguna instrucción, ni paralela ni no paralela".

"Dimitir sin haber una causa para dimitir. No voy a dimitir sin haber hecho nada malo", ha explicado sobre la actitud que mostró los días posteriores a su imputación insistiendo en que no dimitiría. Además, ha añadido: "Yo no he hecho nada ni ilecito, ni inmoral ni ilegal. Yo actué con integridad. Dimití por la presión de asumir el relato falso, y que el PSOE me sacara del gobierno hubiera sido una bomba que rompiera con el Gobierno de coalición. Era más importante salvaguardar un gobierno que dar la posibilidad a que el PSOE gobernara en solitario".

"Hay operadores jurídicos que han comprado esto. Y hay operadores jurídicos que han comprado el relato. Ganan los malos, y en este caso ganan los malos. La extrema derecha son los malos, da igual cuando se oiga esto, porque son los parásitos de la democracia", ha remarcado sobre que toda esta cuestión es una campaña orquestada por la ultraderecha, recordando también que ellos mismos han reconocido que su objetivo era sacar a Oltra de la política. Sobre si ha cometido algún error en el caso, Oltra ha sido contundente: "No creo que en este proceso haya cometido ningún error. En estos siete años seguro, pero en este proceso no le sabría decir".

Dimisión para no parar las políticas del Botànic

Fue el pasado 21 de junio cuando la dirigente de Compromís dimitió de sus cargos en medio de muchas especulaciones, asegurando que tomaba una drástica decisión para que no se pararan "las políticas del Gobierno del Botànic". "Me voy con la cara bien alta sabiendo la infamia que es esto, pero también con los dientes apretados, bien apretados. Me cuesta esta decisión porque ganan los malos. El mensaje que estamos trasladando es que en este país a cualquier político que quiera hacer políticas que no vayan a favor de los poderosos se lo van a cargar", subrayaba entonces.

“El mensaje que estoy lanzando por el que pido perdón, es que la gente vulnerable no tiene escudo. No es una cuestión personal, es una cuestión de política. Me duele el alma”, sentenciaba.