Más de medio millón de euros es lo que ha salido de las arcas públicas de los madrileños hacia la empresa antes denominada Ferrovial Servicios, Serveo, después de que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso le adjudicara el último contrato a dedo durante el mismo día de Nochebuena, 24 de diciembre, para la limpieza del Hospital Enfermera Isabel Zendal. Este centro sanitario construido varios meses después de que se declarara la pandemia de coronavirus en 2020 y que casi no ha tenido actividad desde entonces -su pico máximo de ocupación de 500 camas entre un total de 1.000- sigue siendo objeto del mismo modus operandi por parte de la Comunidad de Madrid, dirigida por el PP, con respecto a los contratos de sus servicios, tramitados por la vía de emergencia desde su inauguración hace dos años.

Exactamente 571.930,99 euros son los destinados en concepto de “mantenimiento de edificio e instalaciones” para el Hospital Enfermera Isabel Zendal en un proceso sin publicidad ni concurso público, lo que no permite a otras empresas competir por ofrecer a la Comunidad de Madrid unas mejores condiciones. Pero tampoco es la primera vez que Ferrovial recibe un contrato a dedo por parte del Gobierno de Ayuso para el mismo centro sanitario.

Desde su inauguración el 1 de diciembre de 2020, según la documentación aportada a través de Twitter por Javier Padilla, diputado de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, ha encadenado contratos para que la misma empresa preste los mismos servicios, ascendiendo a un total de más de 3 millones de euros adjudicados sin concurso público ni publicidad. Después de más de dos años abierto, el Ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso todavía continúa con la vía de emergencia como método para este tipo de contratación.

Más de 170 millones de euros para la construcción del Zendal

La construcción del Hospital Enfermera Isabel Zendal, situado en la madrileña zona de Valdebebas, ha costado a la Hacienda pública madrileña más de 170 millones de euros, lo que representa más del triple de su presupuesto inicial. Estos sobrecostes, únicamente en lo respectivo a las obras, supusieron un 170% del total.

Pese a sobrepasar por mucho este límite económico marcado en un principio, no se vio reflejado ni en sus infraestructuras ni en su funcionamiento. El centro sanitario no tiene habitaciones, sino que se trata de un único espacio donde se comparten los baños entre la totalidad de los pacientes ingresados en él y tampoco posee cocinas.

De hecho, el Hospital Enfermera Isabel Zendal ha sido objeto de quejas por parte de los propios profesionales sanitarios que trabajan en el mismo y críticas de la oposición política al Gobierno de Ayuso en la Asamblea de Madrid, ya que, careciendo apenas de actividad, todavía sigue costando varios millones de euros al año para las arcas públicas madrileñas tan solo en mantenimiento y seguridad. Entre otros aspectos, han calificado el centro como un proyecto propagandístico para ocultar la “nefasta” gestión de la pandemia llevada a cabo por el PP al frente de la Comunidad de Madrid.