El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se mueve un ápice de su versión de lo ocurrido en la tragedia del 24 de junio en Melilla y niega que se registrara ningún fallecimiento en suelo nacional. Así lo ha asegurado durante su comparecencia ante el Congreso de este miércoles en la que se juega una posible comisión de Investigación después de que el Partido Popular no descartara apoyarla tras ver los vídeos de las cámaras fronterizas.

Marlaska ha reiterado que las muertes se produjeron en Nador (Marruecos) y ha defendido que la Guardia Civil actuó con proporcionalidad, desvinculándoles de los 23 migrantes fallecidos reconocidos por las cifras oficiales (las ONGs hablan del orden de 70). Además, se ha sacudido las críticas sobre la pasividad de los agentes -que no atendieron a los migrantes ni se movilizó la ambulancia situada a 100 metros- alegando que se constató “que no había personas vulnerables”.

En su intervención, ha cargado principalmente contra el Partido Popular, que ha exigido su dimisión tras trascender que al menos un migrante falleció en territorio español, según una investigación de Lighthouse Reports, "Es una actuación de la que asumo toda la responsabilidad. Yo di la orden de proteger nuestra frontera, y la volvería a dar", ha dicho, reclamando al PP una rectificación por sus "falsedades e indignidades".

También ha arremetido contra sus socios de forma indirecta, afeándoles que critiquen la imposibilidad de solicitar asilo por parte de los subsaharianos en lugar de lamentar el “ataque violento intolerable” a la frontera.

"Marlaska debe aceptar la dura realidad de lo que sucedió en Melilla o la dura realidad acabará con Marlaska"

"No hay otros hechos, por mucho que moleste a quienes, desde su sesgo y su verdad preconcebida, querrían otra verdad, que quieren construir pero que no existe", ha mantenido Grande-Marlaska, quien también ha censurado que se "retuerzan argumentos catastrales" sobre la delimitación entre España y Marruecos".

La diputada del Grupo Popular Ana Belén Vázquez Blanco ha desmenuzado el discurso de Marlaska: “Cada párrafo de su comparecencia en septiembre es una mentira”. A su juicio, el simple hecho de que 55 guardias civiles del centenar que conformaban el dispositivo aquel día fueran heridos ya constituye una razón de peso para dimitir.

Vázquez Blanco ha criticado que “nos dijo que había seis horas y media de grabación” y “ahora nos dice que hay ocho”, “casualmente las imágenes que faltan”. En este sentido, ha recordado que los vídeos que vieron los diputados de la Comisión de Interior no despejan dudas, puesto que “una cámara grababa al monte Gurugú y la otra al tejado del Barrio Chino. ¿Qué quería que miráramos, señor Marlaska, si pasaba un pajarito durante dos horas?”.

"Hoy, por su culpa, la defensa de los Derechos Humanos está en cuestión"

Por último, ha exhibido una imagen de un cuerpo de un migrante en suelo nacional, expetando que “aquí estuvimos los diputados que fuimos a Melilla”, y también en esa zona han trascendido imágenes de la Policía marroquí trasladado un muerto a su territorio. “Hoy, por su culpa, la defensa de los Derechos Humanos está en cuestión. Dimita, por dignidad”, ha zanjado.

Sin apoyos

Pedro Sánchez y Ferraz en su totalidad han cerrado filas con Marlaska, pero el ministro no atesora ningún otro apoyo. Sus socios de Ejecutivo, Unidas Podemos, ya registraron una solicitud para crear una comisión de investigación y siguen percutiendo. El presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, ha instado a Marlaska a dejar de "echar balones fuera" sobre las muertes de migrantes en la valla fronteriza de Melilla del pasado 24 de junio y rectificar la versión inicial dada por su departamento, dado que está en juego su futuro político.

"Marlaska debe aceptar la dura realidad de lo que sucedió en Melilla o la dura realidad acabará con Marlaska", ha lanzado el dirigente de En Comú Podem en declaraciones a RNE. El dirigente morado tenía “dudas razonables”, pero las últimas revelaciones periodísticas son "evidencias que nadie niega, ni tan siquiera el PP".

Por tanto, Asens ha apostillado que el ministro del Interior no puede seguir "escondiéndose detrás de una visión estrecha y corporativa de la razón de Estado o de seguridad". "Lo que tendría que hacer es rectificar, corregir su actitud y dejar de mirar para otro lado. Terminó el tiempo de echar balones fuera", ha sentenciado.