Mucho antes de que Mariano Rajoy compareciera ante los medios de comunicación en Moncloa para explicar los entresijos del plan de intervención de Cataluña, en el Gobierno se elaboraban los primeros bosquejos del inefable artículo 155.

Un plan que tuvo como detonante la consulta que se celebró el 9-N con Artur Mas en la presidencia de la Generalitat. Un momento clave en las relaciones políticas entre Madrid y Barcelona, pues ambas partes eran conscientes de que el enfrentamiento sería inevitable si se produjera – que así ocurrió – un segundo intento de referéndum.

Mariano Rajoy sobrevivió a un temporal de críticas y dardos tanto desde fuera como dentro del propio Partido Popular. Al presidente del Gobierno por aquel entonces se le achacó falta de “contundencia” a la hora de evitar una votación y no evitar la pseudoconsulta ideada por Artur Mas.

Plan en las sombras

A raíz de este acontecimiento, el Ejecutivo decidió dar un paso adelante y comenzó a diseñar lo que a la postre se convertiría en un proyecto de intervención del Estado en una Cataluña cada vez más revuelta. Un plan urdido entre las vastas sombras de Moncloa en el invierno de 2014. Sin apenas perder un segundo de su tiempo.

Moncloa y Hacienda elaboraron los primeros bosquejos de lo que desembocaría, años después, en la activación del artículo 155, según ha informado El Periódico. A la par que se gestaba este plan, también se ideó una potencial respuesta jurídica a un presumible intento de referéndum.

Las reuniones entre los miembros de la cúpula del Ejecutivo perduraron en el tiempo desde aquel invierno de 2014 hasta la convocatoria de las siguientes elecciones generales para reanudarse ya en 2016. El diseño del 155 a un lado y al otro un esquema de acción jurídica y de inteligencia ante la ‘amenaza’ del independentismo.

Cumbres sin Rajoy

El expresidente del Gobierno no participaba en estas reuniones. Por lo tanto, según El Periódico, Soraya Sáenz de Santamaría dirigía estos encuentros a los que asistían responsables del CNI, el malogrado José Manuel Maza, el coronel Diego Pérez de los Cobos y juristas de confianza de Moncloa. José Luis Ayllón y Roberto Bermúdez de Castro también eran partícipes de estas reuniones.

A pesar de su ausencia, Rajoy dejó claro que el proyecto debía mantenerse en secreto y que el 155 no levantara sospechas en la comunidad internacional, amén de generar una tensión ínfima en la sociedad catalana. Aseguran que quedó descartado, desde el comienzo del plan, el decreto del estado de excepción y el uso de la Ley de Seguridad nacional.

Por su parte, acordaron con el PSOE que se rebajara la intervención en aspectos como el control de la televisión pública catalana (TV3), los Mossos d’Esquadra y el Parlament, donde el PP había puesto un control más duro.

Este plan tuvo su final el 21 de octubre de 2017, cuando Mariano Rajoy comparecía ante los medios tras un Consejo de Ministros extraordinario en el que se aprobó la activación del artículo 155. Sin embargo, antes de su puesta en escena, el expresidente del Gobierno llamó al Rey para explicarle los detalles mientras, según El Periódico, Soraya Sáenz de Santamaría se reunía con los socialistas para finiquitar el proyecto.