La exconcejal de Cultura del Ayuntamiento de Valencia María José Alcón ha sido hallada muerta en su residencia en Callosad’En Sarrià, en la provincia de Alicante. Según informan medios locales, Alcón se habría suicidado al precipitarse desde el balcón de su casa.

Tanto ella como su marido, Alfonso Grau –vicealcalde de Valencia durante el mandato de Rita Barberá- se encontraba en Callosad’En Sarrià pasando el fin de semana. De hecho, ha sido Grau el que ha alertado a la Policía al encontrarse a su mujer muerta después de volver de pasear con un amigo del pueblo.

Alcón saltó a la fama al ser conocida como la garganta profunda del blanqueo de dinero en el Ayuntamiento de Valencia durante la legislatura de Rita Barberá. La exedil popular estaba imputada en el caso Taula sobre blanqueo de dinero y presunta financiación irregular del partido.

La Guardia Civil, que no ha facilitado datos sobre el suceso, ha iniciado una investigación para determinar las circunstancias en las que se ha producido esta muerte.

Siete muertes 

El fallecimiento de María José Alcón se suma a una larga de muertes que afectan a relacionados con la trama Gürtel y la financiación del Partido Popular. La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá murió e 48 horas después de tener que comparecer ante el Tribunal Supremo para declarar sobre su posible pérdida de aforamiento e imputación en el caso Taula. Ella y  otras personas relacionadas con el caso han perdido la vida o sufrido accidentes. No siempre en situaciones claras.

El mismo año, en marzo, moría Leopoldo Gómez, un imputado poco mediático, pero un hombre que conocía al dedillo todo lo que había sucedido en torno a uno de los brazos más productivos de la trama: la ramificación de Pozuelo de Alarcón. Leopoldo Gómez había sido arquitecto municipal de este municipio, el más rico de España, y era conocido como el cobrador de Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato, y durante los años de los maletines, alcalde de Pozuelo.

Gómez estaba imputado por delitos de prevaricación y cohecho y se había ganado ese ‘sobrenombre’ después de que se supiera, en declaraciones del exGal José Amedo a OKDiario, que se encargaba de cobrar deudas de constructores.

Más reciente es el fallecimiento de Álvaro Lapuerta, el extesorero del PP que murió por causa natural este mismo 2018 a los 90 años de edad.

La extraña muerte de 'el hombre' de Javier Arenas

Más extraña aún resultó la muerte de Isidro Cuberos, que apareció en un barranco entre Mijas y Benalmádena, y donde habría caído con su moto. Imputado por el caso Jerez, Cuberos aparecía como una pieza clave para entender cómo había operado la trama Gürtel en Andalucía.

Cuberos tenía mucha influencia en el PP gracias a haber sido durante años el exjefe de comunicación, aunque en realidad era mucho más que eso, de Javier Arenas y también después del PP durante tres años mientras Arenas fue secretario general del partido.

El amigo de todos que sabía todo del dinero

Igualmente sorpresiva fue la muerte de un hombre clave en los movimientos del dinero producido por la trama. Francisco Yáñez, amigo personal de Luis Bárcenas y de los tesoreros anteriores a él, Álvaro Lapuerta y Ángel Sanchís, con los que había trabajado durante años, murió pocos días después de ser imputado y cuatro días antes de tener que ir a declarar ante el juez Pablo Ruz. Yáñez, durante años, había trabajado como contable para el PP.

Padre del apoderado de las cuentas en Suiza de Bárcenas, Yáñez estaba acusado por el entonces juez de la Audiencia Nacional de haber colaborado “en la ocultación del patrimonio opaco para la Hacienda Pública y de procedencia indiciariamente ilícita de Luis Bárcenas Gutiérrez y Rosalía Iglesias Villar con la finalidad de desvincularlo tanto de su origen como de sus verdaderos propietarios”.

Suicidio en un hotel

En enero de 2015 se produjo otra muerte en circunstancias no normales, relacionada con la Gürtel. En un hotel de Bilbao apareció el cadáver de María del Mar Rodríguez Alonso a causa de lo que, dictaminó la policía, había sido un suicidio. Rodríguez Alonso era la esposa del senador del PP Tomás Burgos Beteta, y el juez Pablo Ruz la había imputado por la utilización que la trama Gürtel habría hecho de su empresa MR&Asociados como tapadera de Francisco Correa, entre otros casos, en la organización de un Congreso de Parques y Jardines Públicos en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

La investigación concluyó que María del Mar Rodríguez Alonso se había suicidado, deprimida por el rechazo de los juzgados a sus repetidas peticiones de ser desimputada, y por la muerte del familiar de una amiga, a cuyo funeral había acudido a Bilbao.

Por último, también murió durante la investigación por la Gürtel el constructor José Martínez Núñez, dueño de Tecnología de la Construcción (Teconsa), a quien la burbuja y el escándalo de la propia trama, le costaron un imperio que llegó a facturar por encima de 6000 millones de euros y contar con 650 trabajadores. Un ‘dictador’ para quienes trabajaron con él, por sus métodos y formas, tanto en el trato personal como profesional, Martínez Núñez y su empresa había sido señalado ya como relacionado con Correa por el primer juez que llevó el caso, Baltasar Garzón.