Es, sin duda, el hombre de momento. Todas las miradas están puestas en Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela. Desde que Juan Guaidó se autoproclamara "presidente encargado" del país latinoamericano, su nombre está en boca de todo el mundo. Con todos estos antecedentes, y muchos más, Salvados ha decidido estrenar su nueva temporada con una entrevista a Maduro, no exenta de polémica

El encuentro ha comenzado con una pregunta de Jordi Évole sobre los periodistas 'secuestrados', pero pronto se ha planteado la posibilidad de una guerra civil. Maduro no ha descartado esta posibilidad, afirmando que dependerá de "la locura exterior". El pueblo se prepara para defenderse, ha dicho. 

Asimismo, a pocas horas de que termine el plazo que España dio a Venezuela antes de reconocer a Juan Guaidó como presidente del país, Maduro ha cargado contra el jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez. El mandatario venezolano ha catalogado al líder del PSOE de "perdedor candidato socialista", señalando que, por el contrario, él ganó las elecciones presidenciales con un amplio porcentaje.

Sobre Sánchez ha vaticinado también que su postura en relación a Venezuela le hará "perder la presidencia". 

Preguntado por Évole por la la posibilidad de convocar elecciones como sugiere Europa Maduro se ha mostrado tajante: "No nos interesa nada lo que diga Europa sobre Venezuela. Que se ocupe de sus problemas". De sus respuestas se extrae que descarta convocar elecciones presidenciales, aunque ha evitado decirlo de manera clara. Lo que sí ha hecho es señalar que pretende convocar unas elecciones para la Asamblea Nacional, donde hay mayoría opositora. "Hemos cumplido con la Constitución", ha dicho, justificando esta decisión. 

A lo largo de la entrevista ha cargado en varias ocasiones contra los periodistas por estar "envenenados" por la campaña que, según siempre Maduro, está orquestada desde Estados Unidos. Asimismo. Ha vuelto a acusar a la Casa Blanca -sobre todo a Donald Trump- y a Bogotá de estar detrás del ataque contra su persona, ocurrido el 4 de julio del pasado año: "Ahora tengo más pruebas", ha manifestado. 

Preguntado por el mensaje que mandaría a diferentes líderes internacionales, le ha dedicado unas agradables palabras a sus principales aliados: Vladimir Putin y Erdogan. Al líder ruso le ha agradecido "la amistad y el apoyo" que le ha brindado, y sobre el turco ha manifestado que espera seguir "fortaleciendo la amistad" entre ambos países. 

Maduro ha cargado en varias ocasiones contra Pedro Sánchez, al que no deja de tachar de "presidente no electo", mismo argumento que utiliza la derecha española, algo que Évole se ha encargado de recordarle. Ha insistido una y otra vez en  que su postura ante la situación venezolana le va a costar las elecciones, y ha indicado que debería ser él el que convocara elecciones porque el "80% de la sociedad española" así lo prefiere. Minutos después ha lanzado una durísima advertencia al presidente español: "Te va a ir peor que a Aznar en Irak y ojalá no salgas con las manos manchadas de sangre". 

Sin embargo, la critica de Maduro no ha recaído únicamente sobre Sánchez. Del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y sus recientes declaraciones sobre Venezuela mostrándo preocupación por la situación, ha señalado que debería centrarse más en "unir a su partido".  

Por último, Évole le ha ofrecido la oportunidad a Maduro de hablar por teléfono con Guaidó. Éste ha aceptado, pero finalmente la conversación no se ha producido puesto que el diputado opositor no ha cogido el teléfono. No obstante, el periodista le ha instado a Maduro a dejarle un mensaje y así ha sucedido. Un discurso en el que ha exigido a Guaidó que piense bien en lo que "está haciendo y que no le haga más daño al país. Que deje la estrategia golpista y deje de simular una presidencia que nadie eligió".