Este martes, ELPLURAL.COM se hizo eco de las triquiñuelas realizadas por los duques de Palma para burlar a la Agencia Tributaria, a partir de contrataciones ficticias de empleados que les permitieran desgravarse. Hoy se ha sabido que, además, el matrimonio dejó sin pagar las cuotas de la Seguridad Social de dos empleados que tenían contratados para servirles en el palacete que habían comprado en Barcelona.

La asistente del duque consiguió parar el embargo
Un correo electrónico fechado el 25 de febrero de 2008, requisado por la Policía Judicial en el entramado empresarial del duque, al que ha tenido acceso el diario El Mundo, desvela que Hacienda ordenó embargar las cuentas tanto de Urdangarin como de la infanta Cristina. Resulta significativo, que según este mensaje, la asistente del duque consiguió tras sus gestiones no sólo parar el embargo, sino que la Agencia Tributaria no cobrara nada por los retrasos.

Vaya lío!!!
“Bueno!!! Fue un auténtico lío. Estuve una mañana entera de papeleos y de un sitio a otro porque resulta que ya habían dado la orden de embargo de la cuenta de Iñaki y Doña Cristina. Imagínate!!! Al final conseguimos pararla sin tener que pagar nada y darles de baja con fecha del 20 de Abril del año pasado”.

Posible trato de favor
La asistente del duque, Julita Cuquerella, reconoce que no hubo que pagar los retrasos y, además, menciona que se les dio de baja a los empleados con la fecha de “20 de abril del año pasado”, lo que significa que podría haberse producido un trato de favor hacia los duques en este caso.

Un alquiler de 350 euros
El matrimonio rumano que servía en la mansión de los duques, identificados en los correos electrónicos como "los Nonosel, fue contratado en 2005. Cuando la infanta y su marido se trasladaron a Washington en 2009, ellos siguieron residiendo en el palacete con la misión de cuidarlo. Eso sí, tuvieron que pagar a los duques un alquiler de 350 euros al mes por residir en una casita anexa. La casa fue alquilada en 2010 a un ciudadano árabe y los Nonosel tuvieron que abandonar la vivienda.