En plena capital de España, a poca distancia del Ministerio de Defensa, se produce una intersección de calles que más allá de ser dos vías muy conocidas de Madrid, que lo son, también representan un claro ejemplo de que en este país no se cumple una ley clave para la democracia: la de Memoria Histórica.
Hablamos del cruce entre las calles General Yagüe y General Varela. Dos militares que encarnan la represión y las barbaries de la dictadura y el Franquismo, cuyos nombres todavía cuelgan de las paredes públicas del callejero de Madrid.
Por ello, La Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y la Coordinadora de Memoria Histórica de Madrid, han recorrido ambas calles para gritar y dar a conocer la verdadera cara de aquellos que tienen el honor de poner su nombre a nuestras calles.
Para exigir al Ayuntamiento de Madrid, presidido por Manuela Carmena, la retirada de todas las calles franquistas, jóvenes y no tan jóvenes, han portado pancartas y voces de reivindicación. Al pasear este viernes por el barrio de Tetúan, se podría oír : “Hay que juzgar al franquismo criminal”, “Ni olvido ni perdón. Verdad, justicia, reparación”, “La fosas se abren con jueces y fiscales” o “Gobierne quién gobierne la memoria se defiende”.
Y es exactamente esta última frase la que más cala entre los deseos de los manifestantes: que las autoridades abran los ojos y se den cuenta de que no hablan de remover el pasado o abrir heridas, sino de poder encontrar respuestas que les dejen crear un nuevo presente. Sólo así, se cerrarán las heridas de la democracia.
Ofensa de unos frente a la impunidad de otros
“Es una ofensa que en el año 2016 y con un Gobierno de izquierdas en la Comunidad de Madrid, todavía se mantengan calles a criminales franquistas como las del General Varela o el General Yagüe, que está acreditado que fueron personas que cometieron crímenes contra la humanidad”, ha lamentado en declaraciones a ELPLURAL.COM Miguel Ángel Muga, presidente del Foro por la Memoria de la misma comunidad.
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Muga no consigue entender como es posible que “lo único que se aplique en este país a los criminales del Franquismo es impunidad y exaltación en las calles” mientras que no existen calles que honren a aquellos que verdaderamente lucharon por los derechos y las libertades.
“Ningún país que se reclame mínimamente democrático puede tener criminales como denominación de sus calles y sus monumentos”, ha exigido un manifestante. “Ya es hora de que el Ayuntamiento, que se declara del cambio, reemplace de una vez los nombres de los criminales”.
La derecha que frena a Carmena
Recordando que hace unos meses, Ahora Madrid anunciaba la retirada de una treintena de calles franquistas, que parecía que todo estaba hecho, resulta extraño ver como los memoralistas han tenido que volver a salir a la calle.
Muga lo tiene claro, “se ha producido una gran campaña mediática por parte de los medios de comunicación de la derecha y otros, como El País, para tergiversar la realidad. Por ejemplo, las calles que defendemos que se retiren no son las de Dalí, son las de criminales y golpistas”, ha explicado en relación a la polémica que se creó con las propuestas de la Cátedra de la Complutense.
“Esto ha atemorizado al Ayuntamiento. Nosotros estamos aquí para apoyar y pedir que cumpla con su compromiso electoral y con una ley democrática”. “Entendemos que el Ayuntamiento se ha sentido presionado y por eso desde los movimientos memoralistas vamos a estar atentos para no caer en una nueva transición”, ha asegurado.
Es más, “no vamos a tolerar que se pare todo por la presión de la derecha”, ha dicho para añadir que el Ayuntamiento tiene que entender que va a tener en frente a esa derecha, pero que también tiene a los ciudadanos a su lado para luchar por este tipo de causas.
Las biografías de nuestras calles
Desde las asociaciones saben que nada se puede conseguir sin concienciación y, por ello, han decidido leer durante su marcha las biografías de ambos generales, para que los curiosos que se paraban a mirarles sepan quién fue el hombre que pone nombre a la calle donde viven.
Aunque han tenido que hacer frente a malas caras e incluso improperios de algunos que no veían con buenos ojos su reivindicación, los memorialistas seguirán luchando. Al menos, hasta ver que la justicia, la verdad y la reparación se impongan.
