Más allá de las apabullantes cifras de Cáritas y las voces de alarma de la Defensora del Pueblo, son las historias del día a día las que demuestran el grave problema de la desnutrición infantil en España. Como la de Laura, una madre soltera que lleva a su hija al comedor infantil de una ONG para asegurarle una comida al día, y se lleva en un tupper las sobras de niños que no hayan podido ir ese día, “porque en mi casa hace falta”.

Relatos como éste son los que recoge hoy el diario El Mundo en un reportaje titulado El drama de la desnutrición que algunos no quieren ver, con alusión a los dirigentes del PP que se han negado a ampliar los comedores escolares para los niños en riesgo de exclusión social.

Fundación Educo
Laura, de 37 años, sobrevive gracias al campamento urbano que organiza la Asociación Solidaridad con Madres Solteras con la financiación de CaixaproInfancia, del Ayuntamiento de Madrid y de las becas de la Fundación Educo. Esta última ONG ha iniciado un plan para el verano con el que alimentar a los niños de 17 autonomías. En total, 105.000 comidas sufragadas con donativos de particulares.

Las sobras de otros niños
Por ejemplo, Laura, que ya va por su segundo año en el paro, lleva a su hija al colegio Blas de Otero, en el distrito de Latina en Madrid, y as sobras se las lleva en un tupper para la cena. "Lo que sobra de algún niño que no ha venido me lo dan y me lo llevo porque en mi casa hace falta. Todo lo que me sirva de comer lo cojo encantada. Además, aquí siempre hacen comidas muy completas".

Que salgan de su nube
Par los políticos que se niegan a abrir estos centros, Laura tiene un mensaje: "Que salgan de la nube, que se den una vuelta por los colegios y las asociaciones de Madrid y vean lo que hay, cómo está la gente y cómo lo pasan de mal. Que no piensen tanto en ellos y en llenarse los bolsillos. Si quisieran arreglar algo, ya lo habrían hecho. Como lo de abrir los comedores escolares en verano. Deberían tratarnos mejor y no recortando lo más esencial como la sanidad y la educación. Es una vergüenza".

“Una dieta equilibrada”
Algo parecido fue lo que le dijo Intermon Oxfam a Cristóbal Montoro – le invitó a “salir de su despacho y conocer la realidad”, cuando el ministro de Hacienda tachó de falsos los informes de Cáritas sobre el tema y les acusó de “provocar”. Dentro del Gobierno, la ministra de Sanidad, Ana Mato, achacó los problemas de malnutrición a la falta de “una dieta equilibrada” por parte de los niños, que tendrían que comer más “pescado y verduras”.

“Responsabilidad de los padres”
Las llamadas de atención de la Defensora del Pueblo para que se abrieran en verano los comedores surtieron efecto en Canarias y Andalucía. El plan de esta última comunidad, gobernada por PSOE e IU, hizo que el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, dijese que los casos de malnutrición eran “puntuales” y que en todo caso eran “responsabilidad de los padres”.

Cuidando la imagen
Siguiendo por comunidades autónomas, el Gobierno de La Rioja (PP) fue de los primeros en dar la nota, al negarse su presidente, Pedro Sanz, a abrir los comedores escolares para no dañar “la imagen” de la Comunidad y no “estigmatizar” a los niños. Algo muy parecido a la excusa dada por el PP gallego, que no quería “generar excesiva visibilidad” al problema. En cambio, el portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, directamente negó que en esta región exista problema alguno de malnutrición.

Siempre se ha pasado hambre
El caso de Ciudad Real merece atención aparte. Su diputación provincial es una de las pocas donde gobierna el PSOE y acaba de aprobar invertir 140.000 euros más en su plan de becas de comedor para que los niños que lo necesiten puedan comer en verano. Por el contrario, en Malagón, en la misma provincia, su alcalde, Adrián Fernández, del PP, rechazó una moción del PSOE para abrir los comedores, asegurando que “toda la vida ha habido familias que han pasado hambre”. "Si la portavoz socialista quiere que se mantenga el comedor, que lo pague de su bolsillo", añadió.