“Estoy aquí para aclarar todo”, ha dicho el cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, y pese a que no se acordaba de muchas cosas, no le ha temblado la voz al asumir y reclamar para su persona la responsabilidad de lo que se desarrollaba en esta trama. Tanto, que no ha dudado en mostrar su enfado pues, en su opinión, deberíamos de estar hablando del Caso Correa y no del Caso Gürtel.

Siete años han pasado desde que le detuvieran hasta que se ha sentado en el banquillo. Parece que tenía ganas de hablar, de contar sus verdades y, ya de paso, reconocer algunas cosas para poder intentar pactar. Siete años ha pasado callado, o medio callado, y siete horas son las que ha estado hablando este jueves.

Desde las 10:30 de la mañana hasta las 19:30 de la tarde, con un receso para comer, ha ido soltando misiles y bombas que afectan directamente al Partido Popular y figuras claves como Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda, Alberto López viejo, Ricardo Galeote, Carlos Clemente Aguado… Y le han quedado cosas y nombres en el tintero.

Él se sentía con fuerzas para continuar, los demás presentes en esa sala de la Audiencia Nacional no y su declaración continuará el viernes. De momento, estas son algunas de las confesiones del padre de la mayor trama de corrupción política.