El pasado jueves 8 de junio, el Tribunal Constitucional se encargó de ‘golpear’ a Cristóbal Montoro echando por tierra la famosa y criticada amnistía fiscal del Ministro de Hacienda. El motivo: el uso indebido del decreto ley, pues este no puede usarse para medidas que afecten al Título I de la Constitución. Más concretamente al artículo 31.1 que alberga el “deber constitucional de todos de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos".

El Gobierno se ha referido a la amnistía fiscal con todo tipo de apodos, aunque el más correcto según la administración sería Declaración Especial Tributaria (DET). Un término que Montoro repitió hasta la saciedad en la Comisión de Hacienda y Función Pública, con el fin de esquivar llamarlo amnistía fiscal, como el común de los mortales.

Esta Declaración permite el perdón de multas y persecución judicial a aquellos que evitaron ‘colaborar’ con la recolecta de la Agencia Tributaria, gracias a la ocultación de su capital en paraísos fiscales. Pues bien, como contrapunto, Hacienda prácticamente les absolvía de sus pecados fiscales siempre y cuando estos trajeran su dinero. Se dice prácticamente pues estos individuos debían de pagar el 10%, aunque casualidades de la vida se ha quedado en un 3% efectivo.

Petición socialista

Una vez contextualizado el asunto, sólo queda seguir la línea temporal hasta el presente. Un día después del fallo del Constitucional, el grupo parlamentario socialista anunciaba que promovería una reprobación para el ministro de Hacienda. Los socialistas adujeron que se ha beneficiado a “los defraudadores vulnerando principios constitucionales mientras se incrementaba de forma notable la carga impositiva a los contribuyentes".

Montoro se defiende atacando

Pocas semanas después de la presentación de la proposición no de ley para reprobar al Ministro, el propio Montoro compareció ante la Comisión de Hacienda y Función Pública para defender su amnistía – o su Declaración Especial Tributaria -. Una Comisión donde aprovechó para asegurar que propondría prohibir por ley las amnistías fiscales

Durante su intervención, Cristóbal Montoro se defendió atacando, lanzando ataques al antiguo ‘arrendatario’ de la Moncloa y a todo su equipo de gobierno, claro. Adujo que tuvo que aplicar este tipo de medidas – todas las que salieron adelante en 2011 junto a la amnistía -por la herencia recibida del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero.

Su perorata giró en torno a la nefasta – según él – gestión económica del ex presidente del Gobierno. Aunque en la Comisión, Montoro tuvo que ver como le comparaban con Tom Hagen - personaje de la película El Padrino interpretado por Robert Duvall - y le definieron como "el blanqueador de dinero de los criminales", según Compromís. 

Reprobación casi asegurada

El pasado viernes, el secretario general de Ciudadanos, José Manel Villegas mostró en público su apoyo incondicional al proyecto de ley presentado por el grupo socialista a comienzos de mes.

A raíz de estas palabras de un miembro importante de la formación naranja, se prevé que la reprobación sea el caballo ganador en la votación, como ocurrió en la de Rafael Catalá. Cuando se censuró al ministro de Justicia, solo los diputados populares votaron en contra – con 134 votos en contra -, por 207 a favor. Por lo tanto, todo apunta a que Cristóbal Montoro correrá la misma suerte que su homólogo en la cartera de Justicia.

Catalá hizo historia

Precisamente el ministro de Justicia fue un pionero en esto de las reprobaciones. Bueno, no técnicamente, pues ha habido más ministros que corrieron la misma suerte. No obstante, la diferencia entre ellos y Catalá es que este último ha sido el único censurado en Pleno del Congreso en los 40 años de democracia. Este martes, Cristóbal Montoro puede correr la misma suerte que su homólogo. En la tarde del 28 de junio de 2017 se sabrá si el Congreso vuelve a censurar a un ministro.