Ante el surgimiento de nuevas fuerzas se abren escenarios no contemplados previamente. Si el Partido Popular encabezó a la derecha hasta las últimas elecciones, en las que ya Ciudadanos consiguió convencer a una parte del electorado popular, el auge de los naranjas y la irrupción de la formación ultraderechista Vox ha desestabilizado a los de Casado.

Ahora, con las encuestas evidenciando el descalabro y en pleno rearme ideológico, el PP trata de convencer al sector liberal que mira hacia Ciudadanos y a los más reaccionarios y conservadores que se acercan a la extrema derecha de Abascal.

Así, temas que desde hacía tiempo permanecían en el baúl y que habían superado el foco político han vuelto a la mesa de negociación. El aborto, a debate. Casado trata de pegar un golpe en la mesa y conseguir diferenciarse en este terreno de sus rivales.

Preguntado el pasado jueves por la Agencia EFE sobre el tema, Casado abogó por volver a la Ley de 1985 y derogar la aprobada por Zapatero en 2010: “Yo la cambiaría entera. La derogaría y volvería a la Ley de 1985, que es la aprobada por Felipe González y la que tenía consenso social. Es una ley que no había ninguna necesidad de cambiar y que sin embargo la izquierda en este país, en su estrategia divisiva, en esa legislatura en la que ya no podían legislar ni controlar la economía, se dedicó a dividir españoles con la memoria histórica, el aborto, la eutanasia… Lo que hace siempre la izquierda radical”.

La justificación empleada, el ‘invierno demográfico’ que atraviesa España y la imposibilidad de pagar las pensiones en un país envejecido: “Lo que nosotros decimos es que apostamos por una postura progresista y a favor de la vida. Y lo decimos además en un país con un invierno demográfico que pone en riesgo el sistema de pensiones, el sistema de salud y el sistema de prestaciones públicas”.

Sin embargo, los datos han desmentido las premisas lanzadas desde Génova 13. Según fuentes del Ministerio de Salud, desde que el Gobierno socialista de Zapatero cambiara las condiciones, el número de interrupciones voluntarias del embarazo se ha ido reduciendo paulatinamente. Cerca de 20.000 menos desde que la ley entrara en vigor.

Incluso dentro de su partido hay quienes se han hecho eco de la deriva de la estrategia de Casado. La secretaria general de la Xunta de Galicia, Susana López Abella, criticó así el mensaje del líder popular: "Cada persona tiene que tomar su decisión, es dueña de su cuerpo, y también hay que respetar a las personas, tomen la decisión que tomen". Además, ha aplaudido la ley actual, reconocida incluso “a nivel internacional”.

A pesar de todo, el político palentino, en un ejercicio de defensa de su postura, invita a los críticos a ver ecografías a partir de la semana 20 de gestación para que reflexionen sobre lo que supone esta “barra libre” en materia de aborto: “Le recomiendo a mucha gente que vea ecografías a partir de la semana 20. Una sociedad desarrollada no puede entender que a partir de esa semana haya barra libre para abortar”.